“Ninguno puede servir a dos señores; porque o
aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro.
No podéis servir a Dios y a las riquezas”.
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Mateo 6:24
Introducción
Rápidamente nuestro
Señor Jesucristo va aterrizando su discurso en las consecuencias de tener un
corazón más enfocado en las riquezas de este mundo que en las cosas de Dios: la
esclavitud. La traducción literal del texto nos da una mejor comprensión de
esto. La palabra servir proviene del griego douleúo
(δουλεύω), que a su mismo tiempo deriva de
la palabra doúlos (δοῦλος), que significa
esclavo. Por otro lado la palabra utilizada para señor es kúrios (κύριος), cuya mejor traducción seria
amo, o dueño de todas las cosas. Por tanto las palabras: Ninguno puede
servir a dos señores, podría traducirse: Ninguno puede ser
esclavo de dos amos. En la antigüedad la
esclavitud era muy común. Un esclavo era visto como un objeto que pertenecía a
su amo, el tal no tenía derechos, su amo podía disponer de él como mejor le
parecía, podía golpearlo e incluso matarlo y nadie podía decirle algo, ya que
al fin de acabo era una propiedad más. Así dice Jesús que no podemos nosotros
ser esclavos de dos amos. O amamos y servimos a Dios o a las riquezas.
No se puede servir a Dios y a las riquezas |
No puede haber un corazón compartido
Realmente cuando
Jesús dice que no podemos servir a Dios y a las riquezas lo que dice es: No
podemos servir a Dios y a Mamón. Mamón era considerado el dios de las riquezas,
sin embargo, no siempre fue así, ya que al principio los judíos utilizaban esta
palabra de origen hebrea para hablar de las posesiones que servían como
garantía cuando ellos hacían algún negocio, así su raíz significa literalmente “confiar un depósito”. No obstante con
el tiempo llego a significar no lo que
uno confía; sino aquello en lo que
uno confía.
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Nuestro corazón no puede seguir
a dos señores, nuestra fidelidad debe estar alineada a uno solo. Nadie puede
pensar que puede intentar agradar a Dios y a las riquezas ya que eso es
imposible. Es importante hacer notar que Jesús no está condenando el hecho de
ser rico, sino el amar más a las riquezas que el mismo Dios, ya que esto se
convierte en idolatría y Dios pasa a un segundo plano, cuando realmente nuestro
Señor demanda todo nuestro corazón. Pablo lo dice de la siguiente manera: “porque raíz de todos los
males es el amor al dinero (no el ser rico), el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron
traspasados de muchos dolores”, (1
Timoteo 6:10).
Desde siempre Dios ha demandado
ser el primero en nuestra relación con Él. Encontramos en el Antiguo testamento
a Josué exhortando al pueblo a escoger a un solo Dios al cual servir: “Y si mal os parece servir a
Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron
vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los
amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová”, (Josué 24:15); en el primer libro de los
Reyes vemos a Elías amonestando al pueblo para que decidan finalmente a quien
servirán: “Y
acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros
entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de
él. Y el pueblo no respondió palabra”,
(1 Reyes 18:21); y en Apocalipsis el Señor expresa su desagrado hacia aquellos
que creen que pueden tomar una posición intermedia: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses
frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré
de mi boca”, (Apocalipsis 3:15-16).
Dios demanda nuestro mayor
compromiso hacia Él y para ello nuestro interés debe estar en las cosas
celestiales y no en las terrenales las cuales son perecederas. Nuestra
obediencia completa debe ser hacia Dios y nuestro corazón debe pertenecerle.
Genial, pensé que esto significaría que no quería que fuésemos ricos, sino más bien que no pongamos el amor al dinero por encima al amor de Dios, que es diferente .
ResponderBorrarNo que le dijo al joven rico, que lo vendo todo lo de a los pobres y le siga?, No te dice en Mateo 06:19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
Borrar20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
Qué parte no le entendiste?
Gracias. La explicación fue breve, pero muy clara. William
ResponderBorraryo entiendo que no es malo buscar alcanzar riquezas el problema es dejar a Dios ante poner a riquezas antes que a Dios o poner nuetro corazon en las riquezas eso es hacer tesoros en la tierra todo esta en elcorozon del hombre
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