“Pero esto, hermanos, lo he
presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en
nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa
de uno, os envanezcáis unos contra otros. Porque ¿quién te distingue? ¿O qué
tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no
lo hubieras recibido? Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros
reináis. ¡Y ojalá reinaseis, para que nosotros reinásemos también juntamente
con vosotros! Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a nosotros los
apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a
ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. Nosotros somos
insensatos por amor de Cristo, mas vosotros prudentes en Cristo; nosotros
débiles, más vosotros fuertes; vosotros honorables, mas nosotros despreciados.
Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos
abofeteados, y no tenemos morada fija. Nos fatigamos trabajando con nuestras
propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la
soportamos. Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la
escoria del mundo, el desecho de todos”.
1 Corintios 4:6-13
INTRODUCCIÓN
Llegamos
a una
sección de versículos muy difíciles de interpretar, especialmente por el
lenguaje metafórico e irónico que el apóstol Pablo utiliza, sin embargo, si los
consideramos en el contexto que los envuelve podemos encontrar una buena interpretación.
No olvidemos que la temática de este capítulo sigue girando alrededor de un
problema que Pablo quiere resolver en la iglesia, las divisiones que se habían
creado. Las divisiones eran consecuencia del orgullo que habitaba en sus
corazones ya que cada uno de ellos pensaba que tenía la razón lo cual los hacía
sentir ser superiores a sus semejantes en cuanto a conocimiento, y esto mismo
los había conducido a agruparse en diferentes partidos apoyándose en el estilo
de predicación de algunos siervos de Dios. Pero ahora el apóstol les despojara
de su orgullo y les mostrara el camino para ser verdaderos siervos humildes del
Señor.
Despojándose de todo Orgullo |
NUESTRAS ACCIONES NO PUEDEN IR MÁS ALLÁ DE LOS ESCRITO
“Pero esto, hermanos, lo he
presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en
nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa
de uno, os envanezcáis unos contra otros”.
1 Corintios 4:6
Este
versículo ha constituido un problema de interpretación para la mayoría de
comentarista al tratar de descifrar a lo que Pablo se refiere cuando les dice a
los corintios: aprendáis
a no pensar más de lo que está escrito. El problema que se sigue
tocando es la agrupación de los corintios en diferentes partidos, la causa raíz
de esto reside en su corazón orgulloso y Pablo se los va a demostrar con el fin
de que se despojen de él y se humillen reconociendo su error. Pablo les
recuerda como les ha presentado a través de las metáforas de la agricultura, la
construcción de edificios y la fiel administración que los apóstoles no son más
que fieles servidores que no buscan formar grupos religiosos sino edificar el
cuerpo de Cristo, y por ello les dice que se ha puesto como ejemplo a él y a
Apolos para que aprendan de su humildad y se limiten a pensar únicamente lo que
está escrito: Pero
esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de
vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito.
Los corintios tenían que aprender a no pensar más allá de lo que estaba escrito,
pero, ¿a qué se refiere esto? Seguramente se refiere a no pensar más allá de lo
que en las Sagradas Escrituras está escrito, de tal forma que todos nuestros
pensamientos y por ende nuestras acciones deben estar regidas por la misma
palabra de Dios. Debido a la influencia gnóstica algunos creyentes se habían
envanecido en sus razonamientos creyéndose superiores a sus otros hermanos y
esto los había llevado a separarse en grupos que estuvieran de acuerdo con sus
pensamientos, pero lo cierto es que para evitar este error que conduce a la
vanagloria y orgullo personal, deben aferrarse a los principios bíblicos que
los apóstoles les habían enseñado: no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros.
NO HAY NADA DE QUE JACTARSE, TODO LO HEMOS RECIBIDO
“Porque ¿quién te distingue?
¿O qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías
como si no lo hubieras recibido? Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin
nosotros reináis. ¡Y ojalá reinaseis, para que nosotros reinásemos también
juntamente con vosotros!”
1Corintios 4:7-8
Para
desistir de la idea de dividir el cuerpo de Cristo se requiere humildad,
despojarse de todo orgullo. Los corintios estaban enfrascados en disputas que
los mantenían divididos, pensaban que ellos tenían la razón debido al
conocimiento que habían alcanzado, e incluso abundaban en dones espirituales
creyendo que esto los coloca en una posición de preeminencia sobre otros
creyentes, pero Pablo les dice que lo mejor es que desechen ese orgullo malvado
porque al final todo lo que tienen no les pertenece, sino lo han recibido por
la gracia de Dios: Porque ¿quién te distingue? ¿O qué tienes que no hayas
recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras
recibido? El llegar a entender que todos nuestros éxitos, nuestra
prosperidad, nuestros dones y habilidades, hasta nuestra misma salvación no es
resultado de nuestro esfuerzo es clave para mantener una actitud humilde y no
arrogante. Lo más triste es ver un siervo que basado en su conocimiento y dones
se cree superior a los demás y esto lo arrastre a crear divisiones afirmando que
el resto está equivocado y por tal motivo desencadena discusiones y ruptura en
el cuerpo de Cristo. Pablo es irónico al decirles que no comentan este error ya
que no son reyes, sino coherederos juntamente con Cristo, y como los apóstoles
siervos del mismo Rey de reyes: Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis. ¡Y
ojalá reinaseis, para que nosotros reinásemos también juntamente con vosotros!
DEBEMOS RECHAZAR EL ESPÍRITU DE SUPERIORIDAD
“Porque según pienso, Dios nos
ha exhibido a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a
muerte; pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los
hombres. Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, mas vosotros prudentes
en Cristo; nosotros débiles, más vosotros fuertes; vosotros honorables, más
nosotros despreciados. Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos
desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija. Nos fatigamos trabajando
con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución,
y la soportamos. Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la
escoria del mundo, el desecho de todos”.
1 Corintios 4:9-13
Como
hijos de Dios es importante llegar a tener una buena estima en cuanto a nuestra
propia persona. Sabemos lo especiales que somos y que nuestro rescate vale la
sangre del Hijo de Dios, además estamos conscientes de la autoridad que hemos
recibido sobre el mundo de las tinieblas gracias al respaldo del Espíritu
Santo, pero al mismo tiempo no debemos olvidar que todo lo hemos recibido del
Señor, y jamás debe esto promover un falso orgullo que conduzca a la
prepotencia. Las palabras que Pablo utiliza aquí parecieran que son de
desprecio y bajo autoestima hacia su propia persona y la de los apóstoles, pero
realmente no lo está haciendo ya que quiere hacer comprender a los corintios
que deben despojarse de todo orgullo y estar conscientes que en ocasiones para
el mundo serán seres despreciables. Veamos la línea de pensamiento que Pablo
desarrolla en estos versículos. Primeramente dice: Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a
nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues hemos
llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. Aquí
Pablo dice que los apóstoles han sido expuestos a este mundo como un
espectáculo, y esta palabra espectáculo se traduce de una palabra griega zéatron (θέατρον) de
cuya raíz proviene la palabra teatro. Cuando Pablo utiliza esta palabra y dice
que han sido exhibidos como sentenciados a muerte posiblemente pensaba en los
teatros paganos donde se ofrecían la lucha de gladiadores con fieras salvajes.
Generalmente estas personas eran
prisioneros de guerra o delincuentes que eran condenados a servir de
espectáculo en los teatros o coliseos romanos y tenían que luchar contra leones
hambrientos y por ello eran hombres sentenciados a muerte ya que la mayoría
moría en las garras de estos animales. Como a estos prisioneros Pablo dice que
Dios los ha exhibido como un espectáculo para este mundo, ya que si recordamos
su ministerio podemos ver lo difícil y sufrido que fue en repetidas ocasiones.
El mundo no reconocerá la obra que Cristo ha hecho en nosotros, al contrario se
opondrá a ella y posiblemente recibiremos persecuciones por ello y esto era
algo que los corintios debían comprender. Todo esto el apóstol lo hacía por
amor a Cristo, y por su causa estaba dispuesto a padecer toda clase de
dificultades y sufrimiento: Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, más vosotros
prudentes en Cristo; nosotros débiles, más vosotros fuertes; vosotros
honorables, más nosotros despreciados. Hasta esta hora padecemos hambre,
tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija. Nos
fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos;
padecemos persecución, y la soportamos. Nos difaman, y rogamos; hemos venido a
ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos.
Ahora si Pablo se hacía insensato ante el mundo y padecía todo esto era por
causa de los corintios, por amor de sus hermanos para que ellos llegasen a
conocer el evangelio de Cristo, y esta misma actitud deseaba que existiera en
ellos, para que desechando todo orgullo buscaran la forma de mantener la unidad
en la iglesia en lugar de dividirse en grupos y discusiones vanas.
Estubo muy edificante hermano Dios lo guarde
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