“El que viene de arriba está por encima de todos; el que es de la
tierra, es terrenal y de lo terrenal habla. El que viene del cielo está por
encima de todos y da testimonio de lo
que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio. El que lo recibe
certifica que Dios es veraz. El enviado de Dios comunica el mensaje divino,
pues Dios mismo le da su Espíritu sin restricción. El Padre ama al Hijo, y ha
puesto todo en sus manos. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el
que rechaza al Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el
castigo de Dios”.
Juan 3:31-36
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INTRODUCCIÓN
Llegamso a la parte final del capítulo 3 del evangelio según Juan cuyos versículos
cierran con una declaración enfática acerca de la divinidad de Cristo, tema
principal del mismo evangelio. Realmente no sabemos si es Juan el Bautista o el
apóstol Juan el que continúan con la narración en estos versículos bíblicos,
pero independientemente de quién sea, nos ratifica una vez más una gran verdad
acerca de la persona de nuestro Señor y Salvador Jesucristo con las palabras: El que viene de
arriba está por encima de todos.
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El que viene de arriba |
SU MINISTERIO ES CELESTIAL Y NO TERRENAL
“El
que viene de arriba está por encima de todos; el que es de la tierra, es terrenal
y de lo terrenal habla. El que viene del cielo está por encima de todos y da testimonio de lo que ha visto y oído,
pero nadie recibe su testimonio”.
Juan 3:31-32
Después
de la discusión entre los discípulos de Juan y los judíos en cuanto al rito de
la purificación y la afirmación de Juan el bautista se seguir a Jesús porque Él
es el verdadero Mesías, esta palabras nos dicen porque todo ser humano debería convertirse
en su seguidor. De acuerdo a las palabras de estos versículos entendemos que el
ministerio de Jesús viene de arriba, es decir, de Dios, y por tanto no es terrenal.
A lo largo de la historia se han levantado muchos maestros filósofos y
religiosos, grandes gurús que se han autoproclamados iluminados han traído sus sabiduría
humana a esta tierra, sin embargo, aun ellos se quedan cortos porque todos han
sido y siguen siendo mortales. Sin embargo, Jesús viene de arriba y habla no
cosas terrenales, sino las celestiales las cuales el mismo ha presenciado: El que viene del
cielo está por encima de todos y da
testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio.
Ni los lamas del Tíbet, ni Confucio, ni Mahoma, ni Carlos Marx, ni los grandes filósofos
griegos, o cualquier hombre o mujer de este mundo pueden compararse a Maestros
de maestro, nuestro Señor Jesús. Si uno considera a los grandes maestros de
este mundo puede encontrar un gran vacío, por ejemplo, Confucio dijo que él no
era el camino, Buda antes de morir les dijo a sus discípulos que buscaran la
verdad, Mahoma antes de morir afirmo que no conocía el propósito de su vida; pero
Jesús dijo: “Jesús
le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino
por mí”, (Juan 14:6). En Jesús encontramos el verdadero camino a
seguir, la verdad absoluta que nos hará libres y la plenitud de la vida que
trasciende más allá de esta vida, todo eso y mucho más porque Él viene de
arriba, del seno de Dios, y el mismo es Dios. Lamentablemente muchos son los
que no reciben su testimonio y deciden creer en sus estériles filosofías: pero nadie recibe su
testimonio.
EL QUE RECIBA SU MENSAJE TIENE LA VIDA ETERNA
“El que lo recibe certifica que Dios es
veraz. El enviado de Dios comunica el mensaje divino, pues Dios mismo le da su
Espíritu sin restricción. El Padre ama al Hijo, y ha puesto todo en sus manos.
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá
lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios”.
Juan 3:33-36
El
mensaje que Jesús testifica es eficaz, y el primero que lo afirma es aquel que
cree en el: El
que lo recibe certifica que Dios es veraz. Este mensaje que Jesús
testifica es eficaz porque lo comunica de parte de Dios y tiene el poder del Espíritu
Santo que puede restaurar la vida de aquellos que lo reciben: El enviado de Dios
comunica el mensaje divino, pues Dios mismo le da su Espíritu sin restricción.
Este mensajero divino tiene también toda potestad ya que se le ha sido otorgada
de parte del Padre: El Padre ama al Hijo, y ha puesto todo en sus manos.
Por tanto, solamente el mensaje de Jesús puede darle un verdadero propósito a
la vida de los seres humanos, solo en El podemos llegar a conocer la verdad y
hacernos herederos de la vida eterna ya que el que lo rechace no vera a Dios, sino,
será condenado: El
que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo
que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios. Todos
debemos creer en Jesús, porque no es un maestro más de esta tierra, sino
proviene del seno del mismo Padre y testifica un mensaje que da vida eterna.
Gracias por compartir sus reflexiones, el Señor le bendiga.
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