Fidelidad: Fe en acción
“El que es fiel en lo
muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto,
también en lo más es injusto”.
Lucas 16:10 (RV95)
En la
biblia aparece una palabra tanto en griego como en hebreo que se traduce
fidelidad y tiene dos formas diferentes de traducción, por ejemplo; del hebreo,
está la palabra emuna (אֱמוּנָה ) que
usualmente se traduce como fidelidad; también tiene el sentido de genuinidad,
confiabilidad, constancia, honestidad. En el griego tenemos la palabra que es pistis (πίστις)
para fidelidad, sin embargo también se traduce como fe. En muchas versiones de
la Biblia la palabra griega pistis que figura en Gálatas 5:22, ha sido
traducida por fe mientras que en otras se traduce como fidelidad, sin embargo,
cuál es la correcta traducción de esta palabra, ¿es fe o fidelidad? Al examinar
los diccionarios de griego encontramos que la palabra pistis generalmente tiene el sentido activo de fe, indicando la
acción de “confiar en alguien”, pero
en algunas ocasiones puede tener sentido pasivo, “ser confiable”. En este segundo caso se puede traducir como
fidelidad. Esta palabra pistis aparece
en Gálatas 5:22 y su correcta traducción ha sido muy debatida por los expertos
en griegos. Por ejemplo en Romanos 3:3 pistis
(πίστις) aparece en su forma pasiva traduciéndose como
fidelidad: “¿Pues
qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula
la fidelidad (pistis) de Dios?” Sin
embargo, en Hebreos 11:1 la misma palabra pistis
(πίστις) aparece en su forma activa traduciéndose en el
contexto gramático como fe: “Es, pues, la fe (pistis) la certeza de lo que se espera, la convicción
de lo que no se ve”.
En
el caso particular de la NVI esta palabra es traducida como fidelidad, y de
hecho no es la única versión que la traduce así: “En cambio,
el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz,
paciencia, amabilidad,
bondad, fidelidad” (Gálatas
5:22, NVI). La fidelidad es una cualidad única, preciosa, importantísima, que
refleja el carácter de Dios como muestra de su gran amor por nosotros, así lo
declaran las Escrituras: “Él es la Roca, sus obras son perfectas, y todos sus caminos
son justos. Dios es fiel; no practica la injusticia. Él es recto y justo”,
(Deuteronomio 32:4, BAD). La fe es un don de Dios por medio del cual creemos en
una realidad que todavía no existe, la fe es una fuerte convicción que nos
aferra a la esperanza de Cristo, pero la fidelidad es una respuesta y
demostración de la fe por lo que podemos decir que la fidelidad es fe en
acción. La fidelidad desarrolla otras virtudes que se deben evidenciar en
nuestra vida de fe, tales como confiabilidad, lealtad, constancia, integridad,
firmeza, determinación y honestidad. En las Sagradas Escrituras podemos encontrar
personas de fe que reflejaron estas preciosas cualidades.
2. La fe de José lo impulso
durante toda su vida a ser un fiel administrador, ya sea como mayordomo de
Potifar, o en la cárcel o como gobernador de Egipto, convirtiéndolo en un
ejemplo de honestidad. Quizás el mejor ejemplo de esto se muestra cuando
la mujer de Potifar quiso seducir a José para que se acostara con él, pero el
reusó por su fidelidad a Dios y a su señor que le había confiado todo
mostrándonos su gran honestidad: “Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi
señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo
lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha
reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este
grande mal, y pecaría contra Dios?”, (Génesis 39:8-9, RV60).
3. La fe del profeta Daniel le
ayudo a mantenerse fiel a Dios durante los diferentes imperios paganos en los
cuales fungió como administrador convirtiéndose en un ejemplo de integridad.
Durante toda su vida siempre hablo la palabra que Dios le daba con toda
claridad y sin quitar o añadirle, aun cuando se tratase del mismo rey, no
dejándose sobornar por nadie mantuvo su integridad: “Según me han dicho, tú puedes dar interpretaciones
y resolver problemas difíciles. Si logras descifrar e interpretar lo que allí
está escrito, te vestiré de púrpura, te pondré una cadena de oro en el cuello,
y te nombraré tercer gobernante del reino. —Su Majestad puede quedarse con sus
regalos, o dárselos a otro —le respondió Daniel—. Yo voy a leerle a Su Majestad
lo que dice en la pared, y le explicaré lo que significa”, (Daniel
5:16-17, NVI).
4. La fe de Jonatán se vio
reflejada en su fidelidad hacia su amigo David, aun cuando su padre Saúl lo perseguía
para matarlo, Jonatán nunca lo traicionó convirtiéndolo en un ejemplo de lealtad.
Esta lealtad se deja ver en la Biblia al mostrarnos lo grande que era su
amistad: “Hizo
Jonatán un pacto con David, porque lo amaba como a sí mismo”, (1
Samuel 18:3, RV95).
5. La fe del profeta Jeremías le
ayudo a mantenerse fiel en el ministerio, a pesar de la oposición que sufrió y
el rechazo de su mensaje por parte del pueblo judío, jamás retrocedió o
renunció de su tarea, convirtiéndose en un ejemplo de constancia. Quizás el
ejemplo de esto se deja ver en el lamento del profeta donde expresa como quiso
escapar del ministerio debido a las fuertes dificultades que tenía, pero no
pudo, sino se mantuvo constante en la tarea a la cual el Señor lo llamó: “¡Me sedujiste,
SEÑOR, y yo me dejé seducir! Fuiste más fuerte que yo, y me venciste. Todo el
mundo se burla de mí; se ríen de mí todo el tiempo. Cada vez que hablo, es para
gritar: « ¡Violencia! ¡Violencia!» Por eso la palabra del SEÑOR no deja de ser
para mí un oprobio y una burla. Si digo: «No me acordaré más de él, ni hablaré
más en su nombre», entonces su palabra en mi interior se vuelve un fuego
ardiente que me cala hasta los huesos. He hecho todo lo posible por contenerla,
pero ya no puedo más”, (Jeremías 20:7-9, NVI).
6. La fe del apóstol Pablo es otro hermoso ejemplo de fidelidad lo cual se muestra a lo largo de todo su ministerio ya que a pesar de las pruebas jamás se apartó de su objetivo de predicar la palabra de Dios aun cuando esto lo llevo a su propia muerte, siendo así un ejemplo de determinación. Sus propias palabras lo declaran así: “Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”, (Hechos 20:24, RV95).
6. La fe del apóstol Pablo es otro hermoso ejemplo de fidelidad lo cual se muestra a lo largo de todo su ministerio ya que a pesar de las pruebas jamás se apartó de su objetivo de predicar la palabra de Dios aun cuando esto lo llevo a su propia muerte, siendo así un ejemplo de determinación. Sus propias palabras lo declaran así: “Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”, (Hechos 20:24, RV95).
Por lo tanto podemos aseverar
que la fidelidad es un elemento clave en nuestra vida cristiana. No debemos
olvidar que vivimos en un mundo donde la fidelidad prácticamente no existe,
difícilmente podemos encontrar personas en las cuales podemos confiar y aun la
misma Escritura declara lo difícil que es encontrar a alguien fiel: “De mucha gente se
dice que son buenos, pero ¿quién hallará a un hombre fiel?”, (Proverbios 20:6, BLA). La
fidelidad en una persona es una cualidad escaza, muchos son los que se
proclaman como dignos de confianza, pero realmente pocos son los que demuestran
serlo. La fidelidad implica fe y muchos hombres en la Biblia sirven de ejemplo,
ahora es nuestra responsabilidad el unirnos a ellos. El mismo Dios elogia esta
bendita conducta y afirma que ellos serán las personas que escoja para servirle.
“Pondré mis ojos en
los fieles de la tierra, para que habiten conmigo; sólo estarán a mi servicio los
de conducta intachable”.
Salmo 101:6 (BAD)
El Señor recalca la importancia de la fidelidad al
prometer rodearse en su reino solo de personas fieles e intachables. Nadie
quiere estar rodeado de personas infieles y nosotros como cristianos debemos
destacarnos como personas confiables en todas las áreas de la vida.
“Ahora bien, se
requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel”.
1 Corintios 4:2 (RV60)
El cristiano siempre debe tener la convicción de que
nada de lo que posee es suyo propio, sean bienes materiales o incluso los
espirituales, todo le pertenece a Dios y debe usarlo para el interés del reino
de los cielos con gran fidelidad.
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