Deuteronomio 4:32-40
INTRODUCCION
Se ha dicho que en la India existen
cerca de 330 millones de dioses y diosas a los cuales los hindúes adoran. Sin
duda no hay otra nación que haya tenido tantos dioses como ellos, la vida no
les alcanza para llegarlos a conocer a todos. Sin embargo, con todo eso ninguno
de ellos es capaz de igualar la grandeza de nuestro Dios. Ahora el Señor nos
reta a considerar si ha existido algún dios que se le pueda comparar y nos
invita a considerar sus grandes obras.
I.
SE
HAN ESCUCHADO COSAS SEMEJANTES A LAS QUE NUESTRO DIOS HA HECHO.
“Porque pregunta ahora si en los tiempos
pasados que han sido antes de ti, desde el día que creó Dios al hombre sobre la
tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho cosa semejante a esta
gran cosa, o se haya oído otra como ella…”
Moisés le pregunta a Israel que
consideren un momento si desde que Dios creó al hombre se ha escuchado alguna
cosa semejante acerca la grandeza de nuestro Dios. ¿Existe otro dios que pueda
ser comparado con el nuestro? ¿Ha sobrevivido la fama de otro dios a lo largo de
la historia que lo engrandezca tanto como a nuestro Dios? Muchos de ellos han desaparecido de la
memoria del hombre, otros apenas son recordados por unos cuantos a través de
los libros de historia y mitología, algunos mitos no tienen tantos años de existir
como lo tiene nuestro Señor. Sin embargo, nuestro Dios es grande, desde la
misma creación del hombre ha estado presente y sus grandes maravillas por
muchos son conocidas.
II.
LAS
GRANDES PROESAS DE DIOS.
En
estos versículos Moisés resume de forma muy apropiada las razones por las
cuales podemos estar seguros que no hay otro como nuestro Dios:
1. Se ha dado conocer a nosotros declarándonos su palabra.
“¿Ha
oído pueblo alguno la voz de Dios, hablando de en medio del fuego, como tú la
has oído, sin perecer?...”
Dios es maravilloso al revelarse al
hombre a través de su palabra. La nación de Israel fue privilegiada ya que Dios
se les manifestó a través de hablarles en medio del fuego, hoy en día Dios se
nos ha revelado por medio de nuestro Señor Jesús el cual es la sustancia y
esencia de su propio ser:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de
muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros
días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por
quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y
la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la
palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por
medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas…”
Hebreos 1:1-3
2. Nos ha mostrado su gran misericordia escogiéndonos para ser su pueblo amado.
“¿O ha intentado Dios venir a tomar para sí una nación de en
medio de otra nación, con pruebas, con señales, con milagros y con guerra, y
mano poderosa y brazo extendido, y hechos aterradores como todo lo que hizo con
vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto ante tus ojos?...”
Al
estudiar las mitologías de las diferentes naciones que han existido a lo largo
de la historia de la humanidad no encontramos un dios que haya mostrado tanto
interés y amor como nuestro Dios. El Señor lo hizo con Israel, sacándolo de la
esclavitud en Egipto por medio de grandes señales y de la misma forma nos
ofrece ahora por medio de Jesús liberarnos de la esclavitud de nuestros pecados
para convertirnos en su pueblo amado.
“En aquel tiempo estabais sin Cristo,
alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin
esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en
otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de
Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la
pared intermedia de separación,
aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados
en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre,
haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo
cuerpo, matando en ella las enemistades”.
Efesios 2:12-13
3. Nos ha mostrado que en Él se encuentra las respuestas a todas nuestras necesidades, y fuera de Él no hay otro.
“A ti te fue mostrado, para que supieses que
Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él…”
La grandeza de nuestro Dios radica
también en que no hay otro tan fuerte como Él en quien podamos encontrar la
respuesta a cualquier necesidad y no necesitar de nadie más:
“Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos;
derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio”
Salmo 62:8
4. Nos ha mostrado su gran amor haciéndonos merecedores de sus promesas.
“Desde los cielos te hizo oír su voz, para
enseñarte; y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y has oído sus palabras
de en medio del fuego. Y por cuanto él amó a tus padres, escogió a su
descendencia después de ellos, y te sacó de Egipto con su presencia y con su
gran poder, para echar de delante de tu presencia naciones grandes y más
fuertes que tú, y para introducirte y darte su tierra por heredad, como hoy”.
De igual forma Dios nos hace
merecedores de sus grandes promesas. Su deseo es de constante bien para
nosotros y lo único que tenemos que hacer es creerle.
III.
NUESTRO
DEBER ANTE SEMEJANTE DIOS.
“Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu
corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay
otro. Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando hoy,
para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días
sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre”.
Finalmente,
el Señor nos llama a aprender de su palabra y a reflexionar en nuestro corazón
acerca de todo lo bueno que nos ofrece. Lo único que necesitamos hacer es ser
obedientes y guardar su palabra en nuestro corazón y el primer pasa para eso es
renunciar a nuestros pecados y hacer a Jesús el Señor de nuestras vidas. Cuando
esto ocurra el promete que nuestro futuro será bueno y nuestra vida será
prolongada sobre esta tierra.
CONCLUSIÓN
Muchos dioses han existido a lo
largo de la vida de la humanidad pero ninguno como nuestro Dios el cual ha
mostrado su gran magnificencia revelándonos a notros a través de su Hijo
Jesucristo y ofreciéndonos la vida eterna.
excelente estudio para conocer mejor que no hay otro como nuestro Dios,bendiciones.
ResponderBorrarmuy buen resumen, bendiciones a todos
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