“Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema. Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. Entonces él se levantó y se fue a su casa. Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres”.
Mateo 9:1-8
Introducción
El capítulo 9 continúa
con la temática que Mateo viene desarrollando desde el capítulo anterior
referente a los milagros y obras que siguen a Jesús como testimonio de su
autoridad como Mesías. Tanto Marcos como Lucas ponen la realización de este
milagro después de la sanidad del leproso, mientras que Mateo lo está
presentando mucho tiempo después de lo que los otros dos evangelistas afirman
que ocurrió. Sin embargo, no debemos olvidar que la presentación de los eventos
en estos evangelios no es cronológica sino temática. La colocación que Mateo ha
dado a este acontecimiento no corresponde a cuando sucedió, sino al propósito
que tiene en mente de demostrar la superioridad de Jesús, como Cristo (o
Mesías). Hasta el momento hemos visto la autoridad que Jesús tiene sobre las
enfermedades, sobre la naturaleza, el tiempo y los demonios. Ahora el apóstol
Mateo nos mostrará que Jesús también tiene autoridad para perdonar los pecados,
un atributo exclusivo de Dios. El texto nos dice que entrando en la barca
regreso a tierra israelita, a su propia ciudad: “Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó
al otro lado y vino a su ciudad”. Por Marcos sabemos que Jesús regreso a Capernaum,
posiblemente a la casa de Pedro: “Entró Jesús otra vez en Capernaum después de algunos
días; y se oyó que estaba en casa”, (Marcos 2:1). En Lucas se nos dice que estaba allí
enseñando la palabra de Dios y que los fariseos y escribas que habían venido de
todas las aldeas de Galilea, Jerusalén y Judá estaban entre la gente: “Aconteció un día,
que él estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley,
los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y
Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar”, (Lucas 5:17). Además, Marcos nos
dice que aquella casa estaba abarrotada de tanta gente que ya no había espacio
para nadie: “E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya
no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra”, (Marcos 2:2).
Un paralítico es llevado ante Jesús |
La fe de los amigos del paralítico
“Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido
sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo,
hijo; tus pecados te son perdonados”.
Mateo
9:2
Un paralítico es llevado por sus amigos a Jesús |
La controversia de los líderes religiosos
“Entonces
algunos de los escribas decían dentro de sí: Este blasfema”.
Mateo 9:3
En este versículo 3
del capítulo 9 de Mateo encontramos la primera referencia de la oposición que
nuestro Señor Jesús sufriría por parte de los líderes religiosos de Israel. En
el evangelio según Lucas se nos dice que entre la gente que escuchaba las enseñanzas
de Cristo habían fariseos y doctores de la ley: “Aconteció un día, que él estaba enseñando,
y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido
de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor
estaba con él para sanar.”, (Lucas 5:17). Posiblemente estos habían ya escuchado de la fama de
Jesús y estaban allí para investigar todo lo referente al caso. Tanto los
fariseos como los escribas eran hombre doctos en las Escrituras y conocían muy
bien lo que estas enseñaban, de tal forma que cuando escucharon a Jesús decir
que los pecados del paralitico estaban perdonados comenzaron a decir dentro de
sus corazones que Jesús blasfemaba ya que solo Dios puede perdonar los pecados:
“Estaban
allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones:
¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino
sólo Dios?”, (Marcos 2:6-7). En
el Antiguo Testamento hay algunos versículos que nos hablan que el derecho de
perdonar pecados es exclusivo de Dios: “Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni
ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán,
desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque
perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado”, (Jeremías 31:34); “El volverá a
tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo
profundo del mar todos nuestros pecados”, (Miqueas 7:19). Este aspecto doctrinal estaba muy
claro para los fariseos y escribas, pero ahora allí estaba ese hombre de
Nazaret, hijo de un carpintero diciendo que le perdonaba sus pecados al
paralitico, esto para ellos era una verdadera blasfemia.
La sanidad, una evidencia del perdón de pecados
“Y
conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en
vuestros corazones? Porque, ¿qué es más
fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Pues
para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para
perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete
a tu casa. Entonces él se levantó y se fue a su casa. Y la gente, al verlo, se
maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres”.
Mateo 9:4-8
La Biblia enseña que solo
Dios conoce nuestros más íntimos pensamientos: “…porque Jehová escudriña los corazones de
todos, y entiende todo intento de los pensamientos…”, (1 Crónicas 28:9) y Mateo no
quiere pasarlo por alto para mostrarnos la supremacía de Jesús como el divino
Mesías. Jesús conoció sus pensamientos: Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos,
y por ello los recrimina en público: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? Ahora bien, lo que Jesús hará a
continuación será una señal contundente que no dejara duda que los pecados de
este hombre le han sido perdonados. Los judíos
tenían la creencia que todas las enfermedades terribles que llegaban a la vida
de las personas eran consecuencias de sus pecados, sin embargo, ahora nosotros
sabemos que no siempre es así. Esta creencia la podemos ver incluso entre las
páginas de la Biblia. Por ejemplo, tenemos el ejemplo de Job, donde sus amigos
alegaban contra él diciéndoles que su estado de calamidad se debía a que había
cometido algún pecado en lo oculto y ahora Dios lo castigaba por ello (Job
4-31). También encontramos el mismo pensamiento en el evangelio según Juan
donde se presenta a un hombre ciego y los discípulos le preguntaron a Jesús
quien era el que había pecado, él o sus padres: “Y le preguntaron sus discípulos, diciendo:
Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?”,
(Juan 9:2). Por tanto, para los judíos era un hecho de que alguien que
padeciera de una terrible enfermedad como este paralitico era por causa de sus
pecados. Por tanto, ahora viene Jesús y aprovechando todas las circunstancia y
creencias pretende tomar ventaja para demostrar a través de la sanidad del
paralitico que realmente le ha perdonado los pecados. Por ello dice: Porque, ¿qué es más fácil,
decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Pues para que
sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados
(dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. Inmediatamente el resultado es asombroso para todos los presentes ya
que aquel que había sido llevado en una camilla, ahora se levanta, toma su
camilla y se va caminando a casa: Entonces él se levantó y se fue a su casa. Al presenciar esta sanidad la gente se maravilló y glorifico a Dios,
no solo por la sanidad en sí, sino porque la sanidad era una fiel evidencia de
que realmente sus pecados le habían sido perdonados y por eso la escritura
dice: Y la
gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a
los hombres. Este pasaje
nos enseña que la primera necesidad que el ser humano tiene es el perdón de
pecados, antes de cualquier sanidad o milagro en nuestra vida, la salvación del
alma es imperativa. Cuando el Señor perdona nuestros pecados su restauración
inicia y lo demás viene como una consecuencia del perdón de Dios que hemos
recibido.
Explicación coherente y sin dificultad para entenderla. Dios te bendiga.
ResponderBorrarExcelente estudio sobre este pasaje bíblico... gracias me fue de gran bendición..... entendí el propósito q Dios tiene para mi. Gracias.
ResponderBorrarHermoso estudio muy bien explicado bendiciones
ResponderBorrarMuy bueb estudio. Lo único que no llego a entender bien es el versículo 8. A qué se refiere con la postestad que había sido dada a los hombres? Jesús no era un hombre, era Dios. Podrían explicrlo por favor? Se lo agradecería!
ResponderBorrarDios lo bendiga, gracias por estudiar la palabra de Dios, en cuanto a la interpretación del versículo 8, el cual dice: "Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres". Para este momento de ministerio Jesús estaba en el año de su popularidad, y los judíos no entendían que El era Dios, sin embargo, Jesús a través de este milagro se los demostró mostrandoles que la sanidad divina de este hombre era consecuencia de que sus pecados le habían sido perdonados, ahora bien, perdonar pecados, solo Dios lo puede hacer, pero aquí Jesús lo estaba haciendo lo cual demostraba que realmente El era Dios...
BorrarAhora, la gente todavía no entendía muy bien que Jesús era Dios, para ellos solo era un hombre, un gran profeta, pero la semilla de la palabra y lo que el milagro había demostrado había quedado sembrado en ellos y con el tiempo muchos creerían en Jesús como Mesías y Dios.
Por eso, la gente en medio de sus dudas y asombro de ver que Jesús, un hombre para ellos, dijeron que se sorprendían de ver que a los hombres (es decir, a Jesús), se le diera la potestad, es decir, la autoridad de perdonar pecados.
Hoy al considerar las Escrituras sabemos que Jesús fue Hombre perfecto, porque se encarno, pero es Dios al mismo tiempo, y que todo lo que enseño, lo que predico y los milagros que realizo fueron un testimonio de ello y que solo El tiene la autoridad de perdonar pecados.
Tenía la misma duda respecto al verso 8 pero revisé varias versiones y está me ayudó a entender mejor el texto.
BorrarAl ver esto, el temor se apoderó de la multitud; y alababan a Dios por enviar a un hombre con tanta autoridad. NTV
Excelente, super entendí le. Dios les bendiga
ResponderBorrarHermano bendiciones acá en este pasaje cual sería el tema y la idea exegetica
ResponderBorrarUna seria:
BorrarLa fe que mueve la mano de Dios para hacer cualquier milagro (Jesús vio la fe de ellos).
La otra seria: La autoridad de Jesús para perdonar pecados y hasta sanar enfermedades.
Muchas gracias por el estudio,Dios les bendiga hermanos
ResponderBorrarEntonces cuando Jesús le dijo tus pecados son perdonados eso quiere decir que este paralítico estaba arrepentido de sus maldades??? porque Jesús conoce nuestros pensamientos y el sentir de nuestro corazón
ResponderBorrarJesús vio la fe de ellos, del paralitico y sus amigos: “Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados”.
BorrarMateo 9:2
El 8 dice la gente, al verlo, se maravillo y glorifico a Dios, que habia dadotal poder a los hombres. En Juan 20,21 Jesús le da poder a los hombres de perdonar pecados. Porque usted en su comentario no dice lo que Jesus nos muestra, que él le dio al hombre poder para perdonar pecados.
ResponderBorrarNo solamente para perdonar pecados, les dio poder también para resucitar a los muertos (Pedro Hechos 9 36-43), curar a los paralíticos, expulsar a los espíritus inmundos( Mateo 10:1), sanar a los enfermos, etc,etc,....
BorrarBuena pregunta sin responder
ResponderBorrarEse versiculo toma los catolicos, El porque hay que confesarse con los curas ya que ellos perdonan los pecados, a cambio en esos tiempos cobraban ciertas candidades de dinero (indulgencia) y mas la penitencia de no se cuantos avemaria y ya esta perdonado. Ahora no se si aun hay que Pasar.
ResponderBorrarBueno seria que aclarara este versiculo
Los sacerdotes de la iglesia universal , tienen poder conferido por Cristo Jesús para el perdón de los pecados . Juan 20.=21 Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.»
ResponderBorrar22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo.
23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»
Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;(D) 18 porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. 19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu
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