“Porque a vosotros
hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi
ministerio”.
Romanos 11:13 (RV60)
La
palabra apóstol proviene del griego apóstolos
(ἀπόστολος),
que literalmente significa enviado, la cual aparece 79
veces en el Nuevo Testamento, de las cuales 68 veces en los escritos de Lucas y
Pablo. Este término fue muy acuñado
por la cultura romana ya que un apóstolos
era un mensajero al cual se le daba autoridad directamente del estado para
transmitir un mensaje de parte del rey o algún gobernador. En este sentido el
apóstol del Señor es un enviado de Dios al cual se le ha dado la autoridad para
transmitir el mensaje del evangelio. La vigencia de este ministerio es
ampliamente discutido. Para muchos ya no pueden existir apóstoles en la época
contemporánea ya que el ministerio termino con los 12 apóstoles del Cordero,
sin embargo, en la Biblia encontramos a otras personas que llegaron a ser
llamados apóstoles. Por ejemplo, Pablo se llamó a sí mismo apóstol a los
gentiles: “Por
cuanto yo soy apóstol a los gentiles”, (Romanos 11:13). También
Bernabé es identificado como un apóstol: “Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus
ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces”, (Hechos 14:14,
RV60). Andrónico y Junias eran conocidos como apóstoles: “Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y
mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles,
y que también fueron antes de mí en Cristo”, (Romanos 16:7, RV60). Y
de igual forma Matías fue considerado apóstol en lugar de Judas Iscariote: “Y les echaron
suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles”,
(Hechos 1:26, RV60).
Apóstol |
Lamentablemente en la actualidad
muchos se han autoproclamado apóstoles diciendo que traen una nueva revelación
para la iglesia; pero eso es falso ya que el canon bíblico está cerrado. Por
otro lado lo más sano es hablar de las evidencias y las obras apostólicas en
lugar de hablar del título en sí. Basado en el testimonio de la Escrituras
podemos observar como fluían en el apóstol los dones ministeriales de profeta,
evangelista, pastor y maestro.
El Apóstol es un
profeta que por medio de los dones de revelación trae la voz de Dios a los
impíos anunciándoles el camino de la redención:
“Y no apareciendo ni el sol ni estrellas por muchos días, y acosados por
una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos.
Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos puesto en pie en medio de
ellos, dijo: Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no
zarpar de Creta tan sólo para recibir este perjuicio y pérdida. Pero ahora os
exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre
vosotros, sino solamente de la nave. Porque esta noche ha estado conmigo el
ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, diciendo: Pablo, no temas; es
necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te da concedido todos los
que navegan contigo. Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío
en Dios que será así como se me ha dicho”.
Hechos 27:20-25 (RV60)
El apóstol es un
evangelista que persuade con la palabra de Dios y prodigios del Espíritu Santo
a los perdidos.
“Diciendo él estas cosas en su defensa, Festo a gran voz
dijo: Estás loco, Pablo; las muchas letras te vuelven loco. Más él le dijo: No
estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y cordura.
Pues el rey sabe estas cosas, delante de quien hablo también con toda
confianza. Porque no pienso que ignora nada de esto; pues no se ha hecho esto
en algún rincón. ¿Crees, oh rey Agripa, a los profetas? Yo se que crees.
Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano”.
Hechos 26:24-28 (RV60)
El apóstol es un
pastor que se encarga de pastorear las ovejas que entran al rebaño de Cristo.
“La multitud de los que habían creído era de un corazón y
de un alma. Ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que
tenían todas las cosas en común. Y con
gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y
abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún
necesitado, porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y
traían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su
necesidad”.
Hechos 4:32-35 (RV95)
El apóstol es un
maestro que da la leche espiritual a los nuevos creyentes y doctrina a la
iglesia del Señor.
“De este evangelio he sido yo designado heraldo, apóstol
y maestro.
2 Timoteo 1:11 (NVI)
Jesús es
considerado como el Apóstol Supremo de quien deriva todo el apostolado ya que
el fue enviado a la tierra por Dios para representar al Padre.
“Por tanto, hermanos, ustedes que han sido santificados y
que tienen parte en el mismo llamamiento celestial, consideren a Jesús, apóstol
y sumo sacerdote de la fe que profesamos”.
Hebreos 3:1 (NVI)
Obra ministerial del Apóstol
Veamos de acuerdo a
la Escritura las evidencias de un verdadero apostolado basado en los
ministerios de dos grandes hombres: Pablo y Santiago.
1. El apostolado de Pablo.
“Y me aconteció, vuelto
a Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino un éxtasis. Y le vi que me
decía: Date prisa, y sal prontamente de Jerusalén; porque no recibirán tu
testimonio acerca de mí. Yo dije: Señor, ellos saben que yo encarcelaba y
azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti; y cuando se
derramaba la sangre de Esteban tu testigo, yo mismo también estaba presente, y
consentía en su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban. Pero me
dijo: Ve, porque yo te enviaré lejos a los gentiles”.
Hechos 22:17-21 (RV60)
El ministerio del apóstol de Pablo estuvo basado en
sus visiones y experiencias con el Señor Jesucristo. Fue en una visión que él
entendió que Dios lo llamaba a ser apóstol a los gentiles. Veamos las
características de su ministerio de acuerdo a lo que la Biblia nos enseña.
Característica ministerial
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Descripción
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Texto
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El
llamamiento de Pablo
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Estas
experiencias espirituales respaldaban el verdadero llamado de Pablo a ser
apóstol a los gentiles, tal y como debe ser en la vida de cualquier ministro
de Dios. Su llamamiento fue tan claro que lo reconoció como una dádiva de
Dios.
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“Ocupado en esto, iba yo a Damasco con poderes y en
comisión de los principales sacerdotes, cuando a mediodía, oh rey, yendo por
el camino, vi una luz del cielo que sobrepasaba el resplandor del sol, la
cual me rodeó a mí y a los que iban conmigo. Y habiendo caído todos nosotros
en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo,
¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Yo
entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú
persigues. Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he
aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has
visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu pueblo, y de
los gentiles, a quienes ahora te envío, para que abras sus ojos,
para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás
a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y
herencia entre los santificados”.
Hechos 26:12-18 (RV60)
“Había entonces en
Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión:
Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. Y el Señor le dijo: Levántate, y
ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado
Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, y ha visto en visión a un varón
llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la
vista. Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de
este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; y aun
aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los
que invocan tu nombre. El Señor le dijo: Ve, porque instrumento
escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de
reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto le es
necesario padecer por mi nombre. Fue entonces Ananías y entró en la casa,
y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te
apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la
vista y seas lleno del Espíritu Santo. Y al momento le cayeron de los ojos
como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado”.
Hechos 9:10-18 (RV60)
“Había entonces en la
iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que
se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con
Herodes el tetrarca, y Saulo. Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el
Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he
llamado”.
Hechos 13:1-2 (RV60)
“Pablo, llamado
por la voluntad de Dios a ser apóstol de Cristo Jesús”.
1 Corintios 1:1 (NVI)
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La
dirección del Espíritu Santo en el ministerio apostólico de Pablo.
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Al
estudiar su ministerio podemos observar como el Espíritu Santo era quien lo dirigía
en la toma de sus decisiones. De igual manera todo ministro del Señor debe
seguir este modelo.
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“Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue
prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando
llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo
permitió. Y pasando junto a Misia, descendieron a Troas. Y se le mostró
a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y
diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos. Cuando vio la visión, en seguida procuramos
partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les
anunciásemos el evangelio”.
Hechos 16:6-10 (RV60)
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El
éxito ministerial en la salvación de las almas.
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Una
de las señales de un ministerio exitoso son las almas que puede salvar a
través de la predicación del evangelio.
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“¿No soy apóstol? ¿No
soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi
obra en el Señor?
Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor”.
1 Corintios 9:-2
(RV60)
“Porque aunque
tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo
Jesús yo os engendré por medio del evangelio”.
1 Corintios 4:14
(RV60)
|
La
fundación de muchas iglesias.
|
Como
consecuencia de la salvación de almas el ministerio apostólico de Pablo
consistía en fundar nuevas iglesias, en las cuales constituía nuevos
ministros que eran los encargados de velar por su salud espiritual mientras
Pablo estuviera fuera de ella.
|
“Después de anunciar
el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a
Listra, a Iconio y a Antioquia, confirmando los ánimos de los discípulos,
exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a
través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. Y
constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los
encomendaron al Señor en quien habían creído”.
Hechos 14:21-23
(RV60)
|
La
supervisión de las iglesias fundadas.
|
Una
vez fundadas las iglesias Pablo se programaba para visitarlas en sus
diferentes regiones a fin de verificar el progreso espiritual de sus
miembros.
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“Después de algunos
días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en todas las
ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están”.
Hechos 15:36 (RV60)
|
Formación
de nuevos ministros.
|
El
levantamiento de nuevas iglesias traía consigo la necesidad de nuevos líderes
que estuvieran a cargo de ellas cuando Pablo estuviera fuera de esas
ciudades, eso hizo que el ministerio apostólico de Pablo también se dedicara
a la formación de nuevos ministros del Señor como lo fueron Silas, Timoteo,
Tito, entre otros.
|
“Por esta causa te
dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos
en cada ciudad, así como yo te mandé”.
Tito 1:5 (RV60)
|
Señales
y milagros
|
Además
de esto el ministerio apostólico de Pablo estuvo respaldado por milagros y
sanidades.
|
“Con todo, las
señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por
señales, prodigios y milagros”.
2 Corintios 12:12
(RV60)
|
El
ministerio de la enseñanza de la palabra
|
Pablo
dedico toda su vida a predicar y enseñar el evangelio y fue un defensor de la
fe cristiana.
|
“Enviando, pues,
desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia. Cuando
vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros
todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, sirviendo al Señor con
toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las
asechanzas de los judíos; y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros
y enseñaros, públicamente y por las casas, testificando a judíos y a gentiles
acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.
Hechos 20:17-21
(RV60)
“Estoy maravillado de
que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo,
para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay
algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Más si
aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del
que os hemos anunciado, sea anatema”.
Gálatas 1:6-8 (RV60)
|
El
sufrimiento.
|
Los
sufrimientos son una parte inseparable en cualquier ministerio que se realice.
|
“Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a
nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues
hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres.
Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, mas vosotros prudentes en
Cristo; nosotros débiles, mas vosotros fuertes; vosotros honorables, mas
nosotros despreciados. Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed,
estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija. Nos fatigamos
trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos
persecución, y la soportamos. Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser
hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos. No escribo
esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos
amados. Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis
muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio”.
1 Corintios 4:9-15
(RV60)
|
2. El apostolado de Santiago.
“Santiago, siervo de
Dios y del Señor Jesucristo…”
Santiago 1:1a (NVI)
Santiago es considerado el más
prominente de los cuatro Santiagos (Jacobos) que se mencionan en el Nuevo
Testamento, medio hermano de Jesús y líder del Concilio de Jerusalén. En cuanto
a su nombre en si, nuestra forma Santiago es un derivado medieval del latín Sant Iacobs, que literalmente significa
San Jacobo, lo cual significa que ambos nombres identifican a la misma persona.
Veamos las características del apostolado de Santiago.
Característica ministerial
|
Descripción
|
Texto
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Medio
Hermano de Jesús
|
Santiago
fue uno de los medio hermanos de Jesús, probablemente el mayor de ellos al
encabezar la lista en Mateo 13:55
|
“Y venido a su
tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se
maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros?
¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus
hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?”.
Mateo 13:54-55 (RV60)
“Después, pasados
tres años, subí a Jerusalén para ver a
Pedro, y permanecí con él quince días; pero no vi a ningún otro de los
apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor”.
Gálatas 1:18-19
(RV60)
|
Tardo
en creer en el Señor.
|
Santiago
tardo tiempo en creer en el Señor Jesucristo, no fue después de su
resurrección de entre los muertos que Jesús se le apareció que él comenzó a
creer en él.
|
“Lo cierto es que ni
siquiera sus hermanos creían en él”.
Juan 7:5 (NVI)
“Porque primeramente
os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados,
conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día,
conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce.
Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos
viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los
apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
1 Corintios 15:3-8
(RV60)
|
Posteriormente
se incorpora a la iglesia del Señor.
|
Después
de la resurrección de Jesús se unió a
|
“Todos en un mismo
espíritu, se dedicaban a la oración, junto con las mujeres y con los hermanos
de Jesús y su madre María”.
Hechos 1:14 (NVI)
|
Rápidamente
creció su influencia como líder de la iglesia de Cristo.
|
El
historiador Flavio Josefo y algunos autores judíos hablan de la gran estima
que gozaba Santiago por parte de los habitantes de Jerusalén, especialmente
de los pobres. Sin embargo, es posible que sus duras críticas a la
aristocracia lo hayan indispuesto con los sacerdotes. A la muerte del
procurador Festo, en el año 62 d.C. el sumo sacerdote Anano II ordenó su
ejecución ese mismo año. Las protestas públicas fueron tales, que el nuevo
procurador tuvo que deponer de su cargo a Anano II.
|
“Y cuando ellos
callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por
primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con
esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que
está caído; Y repararé sus ruinas,
Y lo volveré a levantar, Para que el resto de los hombres busque al Señor, Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos. Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre. Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo. Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de entre ellos varones y enviarlos a Antioquia con Pablo y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos”.
Hechos 15:13-22
(RV60)
|
Alcance
de su ministerio apostólico.
|
De
acuerdo a la tradición los judíos de Jerusalén reconocieron el apostolado de
Santiago. Durante el ministerio apostólico de Pablo se dedico a viajar de una
ciudad a otra visitando las iglesias que había fundado. En cambio el
ministerio apostólico de Santiago tuvo su cede en Jerusalén de donde no se
movió. Eusebio de Cesarea, un padre de la iglesia antigua en su obra: “Historia de
Otra
diferencia con el ministerio de Pablo es que ni
Una
diferencia más entre el ministerio de Pablo y el de Santiago era su teología.
Mientras que Pablo enseñaba que la salvación es a través de la fe, y no era
necesario guardar la ley de Moisés, la teología de Santiago enseñaba que el
creer en Jesucristo era el cumplimiento de la ley y que era necesario
continuar observando la ley sus costumbres aparte de creer en Jesús como
Salvador. “Hermanos
míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras?
¿Podrá la fe salvarle?” (Hechos 2:14, RV60).
Tanto
Santiago como Pablo, reunió en sí las cualidades de Cristo en su carácter
como lo son su humildad, amor, compasión por los pobres, santidad, autoridad
y sufrimiento.
John
Foxe en su obra titulada: “El libro de
los mártires” nos dice respecto a
Santiago: “Fue
escogido para supervisar las iglesias de Jerusalén, y fue autor de la
epístola de Santiago, en el canon sagrado. A la edad de noventa y nuevo años
fue golpeado y apedreado por los judíos, y finalmente le abrieron el cráneo
con un garrote de batanero”.
|
“y reconociendo la
gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran
considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en
señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a
la circuncisión”.
Gálatas 2:9 (RV60)
“Cuando llegamos a
Jerusalén, los hermanos nos recibieron con gozo. Y al día siguiente Pablo
entró con nosotros a ver a Jacobo, y se hallaban reunidos todos los ancianos;
a los cuales, después de haberles saludado, les contó una por una las cosas
que Dios había hecho entre los gentiles por su ministerio. Cuando ellos lo
oyeron, glorificaron a Dios, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos
millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley.
Pero se les ha informado en cuanto a ti, que enseñas a todos los judíos
que están entre los gentiles a apostatar de Moisés, diciéndoles que no
circunciden a sus hijos, ni observen las costumbres. ¿Qué hay, pues? La
multitud se reunirá de cierto, porque oirán que has venido. Haz, pues, esto
que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen obligación de
cumplir voto. Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para
que se rasuren la cabeza; y todos
comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que
tú también andas ordenadamente, guardando la ley .Pero en cuanto a los
gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito determinando que no
guarden nada de esto; solamente que se abstengan de lo sacrificado a los
ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación”.
Hechos 21: 17-25
(RV60)
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