“El Señor Todopoderoso responde: yo estoy por enviar mi mensajero para que prepare el camino delante de mí. De pronto vendrá a su templo el Señor a quien ustedes buscan; vendrá el mensajero del pacto, en quien ustedes se complacen. Pero, ¿quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién podrá mantenerse en pie el día cuando él aparezca? Porque será como fuego de fundidor o lejía de lavandero. Se sentará como fundidor y purificador de plata; purificará a los levitas y los refinará como se refinan el oro y la plata. Entonces traerán al Señor ofrendas de justicia, y las ofrendas de Judá y Jerusalén serán aceptables al Señor, como en tiempos antiguos, como en años pasados. De modo que me acercaré a ustedes para juicio. Estaré presto a testificar contra los hechiceros, los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan a sus asalariados; contra los que oprimen a las viudas y huérfanos, y niegan el derecho del extranjero, sin mostrarme ningún temor –dice el Señor Todopoderoso- ”.
Malaquías 3:1-5
INTRODUCCIÓN
Después
de haber presentado en los dos capítulos anteriores la situación decadente de
Israel en cuanto a lo espiritual, el Señor se presta para responderles sus
preguntas en cuanto a ¿Dónde está el Dios de
justicia? (Malaquías 2:17). Recapitulando lo que se ha visto tenemos un
período en el que Israel ha vuelto a su tierra del cautiverio y después de muchos
años el panorama no luce nada bien. Aun no eran considerados como una nación
autónoma, era solo una provincia subyugada del imperio Medo-Persa, habían caído
en una decadencia espiritual donde los sacrificios que realizaban eran mal
preparados, Israel dudaba del amor de Dios porque no veían que la situación
cambiara después de tanto tiempo. Los sacerdotes se habían convertido en
piedras de tropiezo en lugar de ser líderes espirituales de la nación y el pueblo
en general había caído en una serie de pecados hasta el punto de creer que Dios
se complacía de las injusticias o a lo mejor no estaba con ellos. Ahora el
capítulo 3 responde anunciando que la obra mesiánica está cerca, así como el
día del Señor donde todos los impíos serán juzgados. Estos primeros 5 versículos del
capítulo 3 de Malaquías nos presentan de manera resumida los siguientes eventos
escatológicos:
1. La venida del mensajero que preparara el camino al Mesías.
2. La primera venida del Mesías.
3. El día del Juicio del Señor.
4. La segunda venida del Mesías.
EL PRECURSOR DEL MESÍAS
“El Señor Todopoderoso
responde: yo estoy por enviar mi mensajero para que prepare el camino delante
de mí…”
Malaquías 3:1
Este
versículo representa una de las grandes y explícitas profecías relacionadas con
la era mesiánica. El Señor dice: yo estoy por enviar mi mensajero para que prepare el camino delante
de mí… Esta expresión mi mensajero proviene del hebreo Malakí (מַלְאָכִי) y se refiere a la persona de Juan el Bautista
el cual fue el precursor inmediato de Jesús. De igual forma, Isaías hablo
acerca del ministerio de Juan el Bautista casi con las misma palabras: “Una voz proclama:
«Preparen en el desierto un camino para el SEÑOR; enderecen en la estepa un
sendero para nuestro Dios”, (Isaías 40:3).
Y en Marcos se utilizan las ambas profecías para identificarlo directamente con
éste mensajero: “Sucedió como está escrito en el profeta Isaías: «Yo estoy
por enviar a mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino.» «Voz de uno que grita en el desierto:
Preparen el camino del Señor, háganle sendas derechas”, (Marcos 1:2).
Juan el Bautista: El Mensajero del Señor |
De esta forma el Señor les responde a los judíos diciéndoles que
no se ha olvidado de ellos y que no pasara por alto la injusticia de las demás
naciones porque ya está dispuesto a enviar a su mensajero el cual le preparara
el camino al Mesías.
LA PRIMERA VENIDA DEL MESÍAS
“... De pronto vendrá a su
templo el Señor a quien ustedes buscan; vendrá el mensajero del pacto, en quien
ustedes se complacen”.
Malaquías 3:1
Después
de la aparición del mensajero viene aquel a quienes ellos tanto buscan y en
quien se complacen, el mensajero del pacto, el Mesías, nuestro Señor Jesús.
Algunos ven el cumplimiento de esta profecía el día que Jesús fue llevado al
templo por sus padres y Simeón lo tomo en sus brazos: “… has preparado a la vista de
todos los pueblos: luz que ilumina a las naciones y gloria de tu pueblo Israel”, (Lucas 2:31-32). Aquel día el Mesías estuvo en su templo; pero
nadie se enteró, creció en la aldea de Nazaret; pero nadie supo de quién se
trataba, luego desarrollo su ministerio; y algunos creyeron en Él, y se
complacieron en su mensaje; pero otros le rechazaron y le crucificaron. Así
nuestro Señor Jesús vino por primera vez con un mensaje de esperanza, pero no todos
los judíos le aceptaron: “Vino a lo que era suyo, pero los suyos no lo recibieron”, (Juan 1:11); sin embargo, Dios cumplió con su promesa al
decirles: De
pronto vendrá a su templo el Señor a quien ustedes buscan; vendrá el mensajero
del pacto, en quien ustedes se complacen.
LA SEGUNDA VENIDA DEL MESÍAS Y EL DÍA DEL SEÑOR
“Pero, ¿quién podrá soportar
el día de su venida? ¿Quién podrá mantenerse en pie el día cuando él aparezca?
Porque será como fuego de fundidor o lejía de lavandero. Se sentará como fundidor
y purificador de plata; purificará a los levitas y los refinará como se refinan
el oro y la plata. Entonces traerán al Señor ofrendas de justicia, y las
ofrendas de Judá y Jerusalén serán aceptables al Señor, como en tiempos
antiguos, como en años pasados. De modo que me acercaré a ustedes para juicio.
Estaré presto a testificar contra los hechiceros, los adúlteros y los perjuros,
contra los que explotan a sus asalariados; contra los que oprimen a las viudas
y huérfanos, y niegan el derecho del extranjero, sin mostrarme ningún temor
–dice el Señor Todopoderoso- ”.
Malaquías 3:2-5
Por
la continuidad que hay entre el verso 1 al 5 pareciera que son eventos que se
darán uno seguido del otro en el mismo tiempo, pero no es así. El versículo 1
nos habla acerca de la primera venida del Señor; pero cuando inicia el segundo
versículo ya se refiere a otra etapa en la historia que no está unido en el
tiempo, esto se conoce en teología como condensación profética y se refiere a
la segunda venida de Cristo y eventos del juicio final que vendrá sobre las
naciones. Jesús completo su misión en esta
tierra al morir por nuestros pecados y resucitar al tercer día, sin embargo así
como hubo una primera venida, también habrá una segunda.
“Habiendo dicho esto, mientras
ellos lo miraban, fue llevado a las alturas hasta que una nube lo ocultó de su
vista. Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba. De
repente, se les acercaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: Galileos,
¿Qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de
entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto
irse”.
Hechos 1:9-11
Mientras que el propósito de la
primera venida fue dar su vida en rescate de muchos en su segunda venida será
diferente: ¿quién
podrá soportar el día de su venida? ¿Quién podrá mantenerse en pie el día
cuando él aparezca? Así su segunda venida tendrá
los siguientes propósitos:
1.
Derrotar y condenar a la
Bestia y el Falso Profeta: “Entonces se manifestará aquel malvado a quien el Señor Jesús
derrocará con el soplo de su boca y destruirá con el resplandor de su venida”, (2 Tesalonicenses 2:8); “Pero la bestia fue capturada junto con el
falso profeta… Los dos fueron arrojados vivos al lago que arde con fuego y
azufre”, (Apocalipsis 19:20).
2.
Traer castigo a las naciones
y establecer su nuevo reino: “De modo que me acercaré a ustedes para juicio. Estaré presto a
testificar contra los hechiceros, los adúlteros y los perjuros, contra los que
explotan a sus asalariados; contra los que oprimen a las viudas y huérfanos, y
niegan el derecho del extranjero, sin mostrarme ningún temor –dice el Señor
Todopoderoso-”, (Malaquías 3:5).
3.
Purificará a los levitas y
restaurara el sistema de culto para que sus ofrendas sean aceptadas delante de
su prosencia: “Se
sentará como fundidor y purificador de plata; purificará a los levitas y los
refinará como se refinan el oro y la plata. Entonces traerán al Señor ofrendas
de justicia, y las ofrendas de Judá y Jerusalén serán aceptables al Señor, como
en tiempos antiguos, como en años pasados”, (Malaquías
3:3-4).
Los que anhelan la venida del Señor deben saber que Él demanda
unas manos limpias y corazones puros. ¿Quién podrá mantenerse en pie el día cuando él aparezca? Israel había caído en una decadencia espiritual. Consecuencia de
las dificultades que sufrían como pueblo sometido al imperio Medo-Persa y no
gozar de libertad nacional, su amor por Dios había muerto, los pecados del
pueblo y la irresponsabilidad de los líderes espirituales había arrastrado a la
nación a un abismo del cual parecía que no iba a salir. Sin embargo, Dios no se
quedaría de brazos cruzados, el prometió que enviaría su mensajero el cual
prepararía el camino del tan deseado Mesías el cual corregiría a la nación y
los atraería nuevamente a Dios. Parte de esto ya se cumplió. Dios está en
control de todo y el su plan está marchando como Él lo ha determinado. Dios tiene un plan especial de
reconciliar al hombre con Él a través de su hijo Jesucristo, y esto no solo
incluye a Israel, sino a todo aquel que en Él cree:
“Porque Cristo es nuestra paz:
de los dos pueblos ha hecho uno solo, derribando mediante su sacrificio el muro
de enemistad que nos separaba”.
Efesios 2:14
Esto puede traer paz a nuestros
corazones al considerar que sin importar las condiciones que enfrentemos o
incluso que tanto nos desviemos de su voluntad original; el Señor completará
los planes que tiene para cada uno de nosotros y para Israel.
“Estoy convencido de esto: el
que comenzó tan buena obra en ustedes la
irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús”.
Filipenses 1:6
Gracias, 🤗🙏
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