“En el
amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el
temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el
amor”.
1 Juan 4:18
INTRODUCCIÓN
El temor es una emoción propia del
ser humano. De acuerdo con los psicólogos el temor no es tan malo cuando lo
sabemos controlar ya que nos advierte de peligros y nos ayuda a prepararnos,
sin embargo, cuando este se apodera irracionalmente de una persona puede
trastornar su salud física y mental. En la actualidad vivimos en una sociedad
que está dominada por muchos temores y esto ocurre por causa del pecado. Juan
nos dice que el que teme lo hace porque su interior está consiente del juicio
de Dios, y esto es por causa del pecado que la misma persona practica porque
no ha sido perfeccionado en el amor de Dios: porque el temor lleva en sí castigo. De donde
el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
Sin
embargo, cuando Cristo viene a la vida del ser humano el amor de Dios se
derrama en su vida y éste es justificado trayendo así la perfecta paz a su
corazón, por tal motivo Juan dice: En el amor no hay
temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor. Es
el amor de Dios que nos libera de todo temor entre los cuales podemos
mencionar:
I.
EL TEMOR A LA DELINCUENCIA.
Uno de los temores de la sociedad contemporánea es
la delincuencia, la cual va creciendo cada día, a tal punto que año tras año la
cifra de actos delictivos va creciendo convirtiendo a nuestro país, El Salvador, en uno de
los países más violentos de América Latina. El fenómeno de las pandillas, los
secuestros, extorsiones, violaciones, homicidios entre otros se suman al índice
de criminalidad del país, lo que provoca que muchas personas vivan temerosas de
salir de sus hogares o incluso ya ni en sus hogares están a salvo. Sin embargo, para aquellos que han sido salvados por Dios hay grandes promesas en las cuales pueden descansar.
“Aunque
ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás
conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí
en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está
rebosando”.
Salmo 23:4-5
El
salmista David expresa su gran confianza en Dios y usa la figura de un pastor que
cuida a sus ovejas de los lobos, leones u otros animales que los acechan y
prepara en presencia de todos sus enemigos el buen alimento. De igual forma,
aunque en medio de nosotros exista violencia y peligro, Dios protege a sus
hijos.
“El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los
defiende”.
Salmo 34:7
II.
EL TEMOR A LA MUERTE.
Otro de los temores comunes de las
personas es el de la muerte. De acuerdo con la psicología, no hay temor más común
y generalizado entre las personas que el miedo a morir, pese a las creencias
religiosas de muchas personas. Este temor se debe al desconocimiento del más
allá y a la propia culpa del pecado, sin embargo, la Biblia exhorta a los
cristianos a no temerle ya que Cristo venció a la muerte.
“Y cuando
esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido
de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es
la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro,
tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del
pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio
de nuestro Señor Jesucristo”.
1 Corintios 15:54-57
Como cristianos no tenemos que
temerle a la muerte ya que a través de la resurrección de Cristo, el imperio de
Satanás y la muerte fueron derrotados y ya no tiene mas poder sobre nuestras
vidas.
“No
temas; yo soy el primero y el último; y
el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los
siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades”.
Apocalipsis 1:17-18
III.
EL TEMOR A LA BRUJERÍA.
Otros de los temores que las
personas enfrentan es el ser victima de la brujería. En la actualidad existen
muchos charlatanes que se aprovechan de las creencias supersticiosas de la
gente, sin embargo, tampoco podemos negar la existencia de la brujería, de
hecho, la Biblia condena estas prácticas. Lo hizo con Israel cuando entro a
poseer la tierra por primera vez:
“Cuando
entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las
abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su
hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni
sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte
a los muertos”.
Deuteronomio 18:9-11
También lo condena en el Nuevo
Testamento poniéndola en la lista de las obras de la carne por las cuales no se
hereda el reino de Dios:
“Y
manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas;
acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que
practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”.
Gálatas 5:19-21
Sin embargo, la Biblia nos enseña
que los cristianos no debemos temer a las brujerías, ya que somos protegidos
por el Espíritu Santo de Dios:
“Porque
contra Jacob no hay agüero, Ni adivinación contra Israel”.
Números 23:23
“Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el
pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le
toca”.
1 Juan 5:18
IV. EL TEMOR A LAS TRAGEDIAS INESPERADAS: BANCA ROTA, ACCIDENTES FATALES, ENFERMEDADES INCURABLES, ETC.
En general, la gente le teme a
cualquier tragedia inesperada: quedar en banca rota, un accidente fatal,
enfermedades incurables, etc. Pero como hijos de Dios nada debemos temer porque
nuestras vidas esta protegida por el Señor. El Salmo 91 es un cántico que expresa
la seguridad de aquel que vive para Dios a tal punto que sabe que su Señor le
guarda de todo mal.
“El que
habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a
Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré. El te
librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te
cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad. No
temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande
en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil,
y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará.
Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos.
Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación,
no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará
acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán,
para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y el áspid pisarás;
hollarás al cachorro del león y al dragón. Por cuanto en mí ha puesto su amor,
yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me
invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le
glorificaré. Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación”.
Salmo 91:1-16
Amen🙌
ResponderBorrarMuy bien explicado
Amen, Dios continue bendiciendo su vida en el nombre poderoso de Jesus.
ResponderBorrar