Lo que significa seguir a Cristo (Juan 2:23-25)



“Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos”.
Juan 2:23-25

INTRODUCCIÓN


De acuerdo a las estadísticas mundiales, el 33% de los habitantes del mundo son cristianos y en nuestro país, El Salvador, el 99.4 % se consideran cristianos. Ser cristiano implica creer en Jesús como el Señor y Salvador de nuestras vidas; sin embargo, cuántos de estos que dicen creer, creen verdaderamente. Muchos pueden decir ser cristianos porque quizás sus familiares lo son o solo porque nacieron en un país o familia cristiana, pero esto no necesariamente implica que lo sean. Durante su primer año de ministerio Jesús visito Jerusalén durante la fiesta de la pascua y realizo muchos milagros y por tal motivo el texto dice que muchos creyeron en Él. No obstante, a pesar de ello, la Biblia dice que Jesús no se confió de ellos.

seguir-Cristo
Lo que significa seguir a Cristo
Solo Dios conoce lo que hay en nuestro corazón y no se deja llevar por lo externo o las apariencias. Aunque muchos habían creído; no lo habían hecho de corazón perfecto. Jesús sabía que muchos lo seguían por la emoción del momento, o porque tal vez esperaban recibir un milagro de los muchos que había realizado entre ellos. Otros habían creído equivocadamente en Él, tenían un concepto diferente de Jesús como el Mesías. Estaban esperanzados a que los dirigiera en una rebelión contra el imperio Romano; cuando realmente Jesús había venido a establecer un reino diferente. Por eso es importante saber lo que significa creer en Jesús, veamos tres aspectos importantes:

                               I.            CREER EN JESÚS SIGNIFICA RENUNCIAR A NUESTRO PECADO.


En primer lugar, creer en Cristo implica conocer exactamente sus exigencias. Jesús lo aclaro a sus discípulos:

“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará”,
Mateo 16:24-25

Creer en Jesús significa que estemos conscientes de que nos espera una vida de negaciones y dificultades, implica abandonar nuestra antigua vida de pecado. Cuando creemos en su nombre comprendemos que no podemos seguirlo y seguir llevando nuestra antigua vida de pecado, ya que eso le desagrada. Por ello el apóstol Pablo nos exhorta a despojarnos de la antigua manera de vivir y vestirnos de justicia.

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.
Efesios 4:22-24

                            II.            CREER EN JESÚS SIGNIFICA SER OBEDIENTE A SU PALABRA.


En segundo lugar, creer en Cristo implica obedecer su palabra. Es por medio de su palabra que el creyente llega a conocer a Jesús y obtener la vida eterna: 

“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”.
Juan 5:39

También a través de su palabra el creyente aumenta su fe.

“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”.
Romanos 10:17

Sin embargo, para ello es necesario que al momento de creer en Cristo se esté dispuesto a someterse humildemente a su palabra.

“Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”.
Santiago 1:21

Lamentablemente muchos dicen ser seguidores de Cristo, pero no están dispuestos a someterse a los requerimientos de su palabra.

                         III.            CREER EN JESÚS SIGNIFICA MANIFESTAR LOS FRUTOS Y SEÑALES DEL VERDADERO CREYENTE.


En tercer lugar, creer en Cristo implica dar los frutos y señales de un verdadero seguidor. Jesús lo aclaro cuando dijo:

“Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis”.
Mateo 7:16-20

Cuando la Biblia habla de frutos en la vida del creyente se refiere al carácter y todas aquellas acciones que testifican que la persona verdaderamente ha creído en Jesús. Por eso no basta solo decir yo creo en Jesús, si sus acciones dicen lo contrario, por ello Santiago nos dice que de nada sirve decir tengo fe, si nuestras acciones no concuerdan con nuestras palabras.

“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras”.
Santiago 2:14-18

            Cuando realmente creemos en Jesús, su poder se manifiesta en nuestra vida a tal punto que podemos hacer cosas semejantes a las que Él realizo durante su ministerio:

“De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”.
Juan 14:12-14

            Aunque creer exige mucho, trae grandes recompensas, entre ellas la más grande, la vida eterna, pero también promete que su poder se manifestará en nosotros y a través de la oración responder a todas nuestras necesidades conforme a su voluntad. Cuando creemos en el Señor, sus señales se manifiestan en nosotros dando testimonio de que somos los verdaderos creyentes.

“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”.
Mateo 16:17-18

            CONCLUSIÓN


            Creer en Jesús no es solo el resultado de un mero cúmulo de emociones del momento, sino implica:

1.      Estar dispuesto a renunciar a nuestro pecado y vivir en santidad.
2.      Estar dispuesto a obedecer fielmente su palabra.
3.      Dar los frutos y señales de un verdadero creyente.


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