Mateo 25:14-30 (RV60)
Los
versículos anteriores
pertenecientes al capítulo 25 del Evangelio según Mateo se conocen como la
parábola de los talentos y en ella se nos presenta una verdad espiritual: Dios
ha otorgado a su iglesia dones en diferente medida a nuestra fe con el fin de
que los administremos con fidelidad ya que daremos cuenta de ello en la
eternidad. La parábola comienza comparando el reino de los cielos con un hombre
que emprendió un viaje, pero antes de irse llamo a sus siervos para encargarles
sus bienes: Porque
el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos
y les entregó sus bienes. Obviamente esta escena representa
perfectamente la situación de Jesús con su iglesia. Él partió de esta tierra
para estar con su Padre celestial después que fue glorificado: “Y habiendo dicho
estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de
sus ojos”, (Hechos 1:9, RV60), pero antes de eso les dio la orden
que fueran a Jerusalén y esperaran allí la promesa del Espíritu Santo que los
capacitaría para la obra que les esperaba: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el
Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y
hasta lo último de la tierra”, (Hechos 1:8, RV60). Esta capacitación
sobrenatural es la puerta para recibir el resto de dones espirituales que Él
espera que usemos para la edificación y ayuda del Cuerpo de Cristo, y como
Pablo debemos orar al Espíritu Santo que sean abiertos nuestros ojos y
entendimiento para descubrirlos: “Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón
para que sepan a qué esperanza él los ha
llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos”,
(Efesios 1:18, NVI). La parábola nos dice que los bienes del hombre fueron
repartidos entre sus siervos en diferentes proporciones: A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a
otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. La
palabra talento viene del griego tálanton
(τάλαντον), el cual era equivalente a una gran suma de
dinero, alrededor de seis mil denarios y cada denario representaba el salario
de un día para un trabajador normal. Por tanto, un talento era equivalente a
tener a seis mil salarios mínimos, una suma considerable, incluso para el que
solo recibió un talento. En este caso los talentos representan los dones
espirituales, cuyo valor es incalculable para nuestras vidas.
La parábola de los talentos |
“Pido también que les
sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los
ha llamado, cuál es la riqueza de su
gloriosa herencia entre los santos”.
Efesios 1:18 (NVI)
Seguidamente la parábola nos
dice que los bienes del hombre fueron repartidos entre sus siervos en
diferentes proporciones: A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada
uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. La palabra
talento viene del griego tálanton (τάλαντον), el cual era una gran suma de dinero en aquel
tiempo, alrededor de seis mil denarios y cada denario representaba el salario
de un día para un trabajador normal. Por tanto, un talento era equivalente a
tener a seis mil salarios mínimos, una suma considerable, incluso para el que
solo recibió un talento. En este caso los talentos representan los dones
espirituales, cuyo valor es incalculable para nuestras vidas.
¿Cómo y a quiénes se les entregan estos dones?
“Porque
el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos
y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno,
a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos”.
Mateo
25:14
Esta parábola compara el reino de Dios a
un hombre que se fue lejos y repartió entre sus siervos sus bienes dándole
talentos a cada uno según su capacidad. Si comparamos esta parábola con lo que
Dios ha hecho con nosotros encontraremos una gran similitud, ya que Jesús al
ascender a los cielos repartió diferentes dones a los hombres, cada uno según
la capacidad de ellos con el fin de ponerlos en obra para provecho de la
iglesia, pero, ¿qué necesita el ser humano para recibir estos dones? O ¿será
que todos los hombres los reciben? La respuesta la da el siguiente versículo de
la Biblia: “Pedro
les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”,
(Hechos 2:38, RV60). La condición indispensable para recibir estos dones es la auténtica
conversión. Durante uno de sus discursos a los judíos Pedro animo a sus oyentes
a arrepentirse para el perdón de sus pecados: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros
en el nombre de Jesucristo para perdón de pecados. Para que la
imagen original del hombre que Dios creo en el huerto del Edén comience a
cambiar, es necesario el arrepentimiento y la conversión. La palabra
arrepentimiento se traduce del griego metanoéo
(μετανοέω), lo
cual literalmente significa media vuelta,
y eso precisamente es el arrepentimiento, darle la espalda a nuestra vida
de pecado, a nuestras viejas costumbres y manera de pensar; para seguir a
Cristo en una nueva vida lo cual denota nuestra verdadera conversión y por eso
mismo Pedro añade: y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo
para perdón de pecados, no porque el bautizo trae salvación, sino
porque una vez salvos debemos testificar al mundo que hemos renunciado al
pecado y vamos a iniciar una nueva vida en santidad, y eso simboliza el
bautismo, nuestra muerte y sepultura a nuestra vieja vida y la resurrección a
una nueva. Cuando esto ocurre el apóstol nos dice: y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Aquí encontramos otra de las palabras griegas que se traduce como don: doreá (δωρεά), el
cual se traduce como un regalo, denotando una vez más el carácter gratuito de
los dones del Señor. Definitivamente
el primer don que recibimos es la vida eterna y como consecuencia el Espíritu
Santo pasa a morar en nuestro corazón, lo cual a su vez nos abre la puerta para
recibir los dones espirituales que Dios tiene previsto para todos sus hijos: “Ahora bien, hay diversos
dones, pero un mismo Espíritu. Hay diversas maneras de servir, pero un mismo
Señor. Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas las
cosas en todos”, (1 Corintios 12:4-6,
NVI).
El uso de los dones para provecho del cuerpo de Cristo.
“Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y
ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también
otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el
dinero de su señor”.
Mateo 25:15-18 (RV60)
La Parábola de los Talentos |
Dios ha repartido sus dones espirituales a su iglesia, a cada uno según su capacidad y para provecho de ella. “Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos”... Negociar con los talentos equivale a usar el don que el Señor nos ha dado. La expresión GANÓ “y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos”... significa que el don que recibimos del Señor ha sido usado a su máximo potencial, sin pérdida ni desperdicio alguno. Sin embargo, el tercer siervo no hizo así: “...Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor”. En tiempos de Jesús algunas personas creían que negociar con el dinero era un riesgo ya que un mal negocio los podía dejar en banca rota. Otros creían que los bancos no era seguros ya que alguien se los podía robar, por lo que optaban por enterrar el dinero en un lugar que solo ellos conocían. Por su puesto esto era una actitud cobarde que en nada agradaba a los verdaderos empresarios, y esto fue lo que hizo el tercer siervo.Las Escrituras nos enseñan que existe diversidad de dones espirituales los cuales se complementan entre sí para provecho de la iglesia de Cristo: “De manera que tenemos dones que varían según la gracia que nos ha sido concedida: Si es de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; si es de servicio, en servir; el que enseña, úselo en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que comparte, con liberalidad; el que preside, con diligencia; y el que hace misericordia, con alegría”, (Romanos 12:6-8, RVA). Como vemos en estos versículos se le ha otorgado a los creyentes diferentes dones de acuerdo a la medida de fe de cada uno, indicándonos esto que es de acuerdo a la capacidad de cada persona: conforme a la medida de la fe.
La Parábola de los Talentos |
Para que el
cuerpo de Cristo crezca sanamente cada creyente debe servir en la obra del
Señor en aquella área específica a la cual Dios lo haya llamado. Para que este
servicio sea efectivo se necesita de un ministerio según dones, es decir,
desarrollar su servicio bajo la dirección y dependencia del Espíritu Santo utilizando
los dones espirituales para provecho de la iglesia. Lamentablemente muchos
cristianos son como el tercer siervo que fue y enterró su talento por miedo a
utilizarlo, lo cual se ve reflejado en sus vidas indiferentes y de poco
compromiso a la obra de Dios. Cuando esto ocurre las demandas de la obra de
Dios crecen para los otros creyentes comprometidos debido a aquellos que no
quieren adquirir compromisos y no están dispuestos a usar sus dones y
habilidades para provecho del reino de los cielos. Estos se sienten felices y
cómodos con su vida sin sacrificio. Sin saber que Dios demandara la forma de
como usamos estos dones:
Mateo
25:19-23 (RV60)
Aquí el Señor Jesús describe las
recompensas en la eternidad y de esto hay dos cosas que considerar. Los
primeros dos siervos recibieron su recompensa en función de la cantidad de
dinero que habían producido, al que tenía 10, 10, al que tenía 2, 2, esto lo
sugiere las palabras de Jesús cuando condena al que escondió su talento: y dadlo al que tiene
diez talentos. Obviamente la salvación
es gratuita, no se gana, es por fe; pero las recompensas deben ganarse, y de
hecho se habla de diferentes coronas y recompensas para los que venzan en este
mundo. Es importante que no confundamos el hecho de que los mayores galardones serán
en función del puesto que el creyente desempeño
en la iglesia. El galardón estará en función de la fidelidad a la tarea
realizada y no en función del tamaño de la responsabilidad. No importa si se trató
de un apóstol o de un hermano cuyo ministerio consistió en el aseo de la
iglesia, al final Dios mirara la fidelidad a su ministerio y no el cargo que se
ostentó. Podría ser que alguien desempeño un puesto de gran popularidad en la
iglesia, pero fue negligente en algunas tareas, y otra persona por su capacidad
recibió un ministerio de menor rango a los ojos humanos, pero lo desempeño con
gran prontitud, y al final este último reciba mayor recompensa que el primero. Este
principio de recompensa en función de la fidelidad a la tarea asignada la
veremos más en detalle cuando veamos el tema del Tribunal de Cristo. En el caso
de los primeros dos siervos de la parábola, ambos fueron fieles y efectivos en
su tarea y ambos fueron recompensado según la medida de lo que había hecho. El segundo
punto a considerar es que la completa responsabilidad en producir frutos de los
dones otorgados llevara a una condenación eterna y esta
misma parábola nos advierte las consecuencias de aquellos que no honren los
dones que Dios ha otorgado: “Pero llegando también el que había recibido un talento,
dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y
recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento
en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo:
Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde
no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir
yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el
talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado,
y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo
inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de
dientes”, (Mateo 25:24-30, RV60).
La Parábola de los Talentos |
El siervo malo fue perezoso y desleal, porque si realmente hubiese temido a su señor, habría hecho al menos lo más fácil, meter el dinero al banco. El siervo le dijo a su señor que lo conocía como un hombre duro que cosechaba donde no sembraba y recogía donde no esparcía. De alguna manera el siervo quiere culpar a su señor por la obra que él no hizo. Él está diciendo que si el señor no fuera un hombre tan duro, él hubiera podido usar el dinero sin miedo de lo que pasaría si lo perdía. Esta parábola ilustra que una persona debe usar lo que Dios le ha dado, pero si por miedo no lo hace lo perderá todo. Esto comprende habilidades, dones espirituales y las posesiones materiales. El problema con el tercer siervo en verdad era un problema dentro de su corazón. Él no tenía amor por su señor, sólo miedo. Los otros dos siervos tenían una buena relación con su señor y le amaban, por eso querían complacerle trabajando bien duro para él. En la misma forma, hay personas en nuestro tiempo que no tienen una relación con Dios, solamente tienen miedo de él. Dios no quiere que le tengamos miedo, quiere que entendamos el sacrificio que hizo al mandar a Su Hijo Jesucristo a morir en la cruz tomando el castigo por nuestro propio pecado en sí mismo. Por tanto, podemos creer que el talento que se le entrego a este siervo inútil representa la salvación misma, la cual rechazo durante toda su vida al no recibirla por la fe (“Arrepentíos... para perdón de pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo”, Hechos 2:38, RV60 ), lo cual nos indica que nunca fue una persona salva, ya que la salvación no se pierde, y no es por obras, quedando claro que el destino de este siervo malo es el infierno: “Y a ese siervo inútil échenlo afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes”. La Biblia enseña que hemos sido creados para buenas obras y esa es la razón por la cual Dios ha otorgado diferentes dones a los hombres pero solo los que atienden a su llamado son los que los reciben. Estos dones son para provecho de la iglesia y han sido repartidos de acuerdo a la capacidad de cada uno: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica”, (Efesios 2:8-10, NVI). Cada hombre y mujer de esta tierra es responsable de descubrir y aprovechar al máximo los dones que Dios les ha otorgado, y el primero de todos es el don de la salvación, pero aquellos que se muestren irresponsables rechazaran aun este condenándose eternamente. De igual forma, no olvidemos que Dios nos juzgara de acuerdo a nuestra fidelidad al ministerio
Fascinante información ideal para la enseñanza y gran conocimiento. Se agradece, saludos.
ResponderBorrarAmén
BorrarMuy buena enseñanza... Gracias señor
ResponderBorrarDios bendiga más aún esta sabiduría de llegar a comprender lo que Dios a puesto en nuestro ser honra y gloria sea para Dios y que podamos obedecer lo bueno de su palabra y que seamos sabios en el
ResponderBorrarQue tremenda enseñanza .. !! Dios los bendiga
ResponderBorrarMuuuuuuuy buena enseñanza, no entendía la parábola, pero ahora es justo lo que necesitaba. Gracias.
ResponderBorrarMuy bueno el estudio es de mucha ayuda
ResponderBorrarMe gustaria resibir mas estudios, muy edificante gracias a Dios ,Dios lo bendiga
ResponderBorrarDios le bendiga es real y muy buen bosquejo
ResponderBorrarDios le bendiga es algo real y muy buen estudio
ResponderBorrarQue pasa con la persona que tiene talentos y no los comparte, (ejemplo, se tocar el teclado y no lo enseño gratis, para edificacion de la iglesia.), El Señor me juzgara por eso, y quedare fuera de su eternidad?,
ResponderBorrarDios lo bendiga.
BorrarDebemos recordar que por todo lo que hagamos daremos cuenta en aquel día y de igual forma, por toda buena obra y servicio prestado, el Señor recompensara.
Es importante identificar nuestros dones y talentos para ponerlos a disposición del servicio de Dios y su pueblo, la Biblia dice que aquel que sabe hacer lo bueno y no lo hace le es contado por pecado, por ello le recomendamos que si Ud a decidido seguir a Cristo y ha puesto su esperanza de vida eterna en el, ponga sus habilidades y talentos al servicio del Señor y vera como Dios también recompensara su vida.
Ahora, se condenara alguien por no poner al servicio de los demás sus talentos. La verdad es que el único que puede decir si una persona se condenara o no es Dios, pero hay dos posibilidades:
Que la persona que nunca puso por egoísmo sus talentos al servicio de Dios lo hizo porque nunca fue salvo, allí obviamente le espera la condenación.
O que la persona realmente fue salva por fe, pero no fue negligente en poner sus talentos al servicio de Dios, allí habrá una consecuencia por ser un mal siervo administrador de los dones otorgados por Dios, y Pablo nos habla del Tribunal del Cristo donde unos serán recompensados por sus servicios y otros sufrirán perdida. Quiera Dios que todos un día nos presentemos como obreros aprobados delante de El.
Gracias por la enseñansa que DIOS los Bendiga a todos la Honra Y La Gloria sean para Dios
BorrarCon todo respeto, hay textos en esta explicación se están interpretando mal.¿ por gracia sois salvos? si es correcto. ¿no por obras? si tu recibes la salvación es por la fe y creíste en cristo, ¿no por obras? no por tus obras pasadas que hayas echo por que ¿que buenas obras puedes tener si no conocías a cristo?. y el mismo texto te dice que... creados en cristo para buenas obras ¿Cuáles buenas obras? despues de que crees en cristo y haces la voluntad de Dios, te toca hacer tus buenas obras. por que la fe sin obras es muerta, la biblia te lo menciona. tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, etc. Cristo dijo si me amas guarda mis mandamientos San Juan 14:15. etc, etc, Bendiciones para todos.
ResponderBorrarEstoy de acuerdo ahora las buenas obras son en Cristo Jesús BENDICIONES 🙏
BorrarGRACIAS A DIOS POR TAN PROFUNDA Y HERMOSA ENSEÑANZA, QUE EL SEÑOR JESUS LE CONTINUE BENDICIENDO, PARA SU HONRA Y GLORIA.
ResponderBorrarGracias a los creadores de este block que de forma tan destallada y sencilla explican y me hacen sentir el amor de Dios, estuve buscando algunas enseñanzas en este momento de dificultad e inseguridad en mi vida y encontré este poderoso block, Dios los bendiga grandemente.
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