Mateo 2:1-12
INTRODUCCIÓN
Los eventos del
capítulo 2 probablemente ocurrieron algunos meses después del nacimiento de
Jesús. Año con año en nuestros países occidentales se coloca en muchos hogares
lo que se conoce como el nacimiento de Jesús, donde figuras a escala
representan el pesebre donde Jesús nació, y este está acompañado de sus padres,
un burrito y buey, así como un par de pastores, y es aquí donde se colocan lo
que tradicionalmente llaman los tres reyes magos llevándole al pesebre los
presentes al niño que ha nacido. Por tanto, basado en esto, uno entiende que
los magos llegaron al pesebre a presentarle los presentes; pero esto no es lo
que enseña la Biblia, ya que, de acuerdo con este evangelio, estos llegaron a
muchos meses después de su nacimiento. Entre las diversas razones para
respaldar que este evento ocurrió algunos meses después del nacimiento de Jesús
tenemos las siguientes:
1. José y María estaban viviendo en una casa cuando los magos llegaron y no estaban en el pesebre.
2. Se habla de Jesús como niño, no como infante.
3. Herodes indago el tiempo aproximado del nacimiento de Jesús y basado en esa información mando a asesinar a todos los niños de dos años o menos, de aquí que muchos deducen que habían pasado alrededor de dos años después de su nacimiento.
4. Había sido extraño que José y María ofrecieran el sacrificio de los pobres: un par de tórtolas o dos palominos (Lucas 2:24; Levítico 12:8), si los magos le acababan de entregar oro, incienso y mirra, por tanto, los magos debieron haber llegado después del sacrificio ritual descrito en Lucas 2:22-24,39.
1. José y María estaban viviendo en una casa cuando los magos llegaron y no estaban en el pesebre.
2. Se habla de Jesús como niño, no como infante.
3. Herodes indago el tiempo aproximado del nacimiento de Jesús y basado en esa información mando a asesinar a todos los niños de dos años o menos, de aquí que muchos deducen que habían pasado alrededor de dos años después de su nacimiento.
4. Había sido extraño que José y María ofrecieran el sacrificio de los pobres: un par de tórtolas o dos palominos (Lucas 2:24; Levítico 12:8), si los magos le acababan de entregar oro, incienso y mirra, por tanto, los magos debieron haber llegado después del sacrificio ritual descrito en Lucas 2:22-24,39.
Así
que comprendemos que estos eventos relatados en el capítulo numero dos tuvieron
lugar meses después del nacimiento de Jesús y que los magos no llegaron al
pesebre, sino a una casa. Ahora, de acuerdo con el relato bíblico, Belén fue el
lugar donde Jesús nació. Belén era un pequeño pueblo de la región de Judá,
ubicada a unos 8 kilómetros al sur de Jerusalén, cerca de la vía que une esta
ciudad con Hebrón. En el Antiguo Testamento también se conoce como Efrata,
lugar donde Raquel fue sepultada (Génesis 35:19; 48:7) y en hebreo se conoció
como Bedéjem (ית לֶחֶם)
que literalmente significa “casa de pan”. En
el Antiguo Testamento esta ciudad tiene un gran protagonismo. Fue allí donde
Jacob sepulto a Raquel (Génesis 35:19; 48:7), también los levitas de los
incidentes relatados en Jueces 17 y 19 fueron de Belén. La historia de Rut se
desarrolla mayormente en Belén, David fue ungido por Samuel en esa ciudad (1
Samuel 16:1,4), así como llego a convertirse en su hogar a tal punto que se
conoció como la ciudad de David (1 Samuel 17:12,15; 20:6,28). Fue el lugar
donde sepultaron a Asael, el hermano de Joab (2 Samuel 2:32), y fue del agua
del pozo que estaba en Belén y donde los filisteos habían puesto una guarnición que David sintió
nostalgia por beber a tal punto que tres valientes se abrieron paso entre las
líneas enemigas y le consiguieron agua de ese pozo (2 Samuel 23:14-16). Además,
Belén llego a quedar en la mente de todos los judíos debido a la gran profecía que anunciaba el
nacimiento del Mesías (Miqueas 5:2). Y después del exilio babilónico, 123
descendiente de Belén repoblaron el lugar (Nehemías 7:26; Esdras 2:21).
Definitivamente, una gran historia envuelve a Belén y ahora en el Nuevo
Testamento aparece para dar paso al Salvador del mundo.
VERDADEROS ADORADORES
“Cuando Jesús nació en Belén de Judea
en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos,
que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a
adorarle”.
Mateo 2:1-2
En Mateo se narra
una historia fuertemente conocida por la mayoría de las personas, la visita de
los magos de oriente. El nombre que se les da aquí proviene del griego magos (μάγος),
el cual de alguna manera es un nombre un tanto polémico ya que desde el antiguo
tiempo se les suele asociar a este nombre de mago con brujos o astrólogos y de
allí que se genera la siguiente duda ¿por qué vinieron unos magos de oriente a
adorar a Jesús? La verdad es que este término se utilizaba indistintamente,
tanto para los eruditos que estudiaban astronomía, medicina, artes y otras
ciencias del saber, como a los que combinaban estos conocimientos con la
brujería y la astrología. Por ejemplo, en el hebreo la palabra kjartóm (חַרְטֹם)
es
el término que la RV60 traduce como mago y frecuentemente se utiliza en el
Antiguo Testamento para las personas que practican el ocultismo (Deuteronomio
18:11; Daniel 2:10); aunque en ocasiones también se traduce como sabio (Génesis
41:8,24, Éxodo 7:11) o hechicero (Éxodo 7:22). También en el Nuevo Testamento
la palabra mago se utilizaba para hacer referencia tanto a hombres eruditos y
conocedores de las ciencias como aparece aquí en Mateo 2:1-2, como a hechiceros
tal cual era Elimas, el mago, el cual se le opuso a Pablo en Chipre (Hechos
13:6-8) y a charlatanes como a Simón el mago (Hechos 8:9; 11). Por tanto, quizá
una mejor traducción de su oficio en este caso sería “sabios”, tal y como la
NVI y otras traducciones lo presentan en el texto sagrado, por tanto, estos
hombres eran sabios de oriente que buscaban adorar a Jesús. Ahora bien, podemos
hacernos otra pregunta: ¿cómo fueron capaces estos magos de reconocer en los
cielos esta señal que les anunciaba el nacimiento del rey judío? Bueno,
definitivamente estos hombres conocían las profecías tocantes al Mesías. De hecho,
Balaam, un profeta de origen no israelita profetizo acerca del surgimiento de
una estrella que brillaría en la casa de Israel: “¡Le estoy viendo,
mas no es de ahora; le estoy mirando, más no en tiempos cercanos: De Jacob ha
salido una estrella, y de Israel se ha levantado un cetro, pues que ya domina
uno del linaje de Jacob!”,
(Números 24:17-19).
Si los sabios conocían esta
profecía, al igual que otras, la pregunta sigue siendo: ¿cómo fueron capaces
estos magos de reconocer en los cielos esta señal que les anunciaba el
nacimiento del rey judío? Bueno, posiblemente por la influencia de algunos
judíos que fueron deportado a Babilonia y que dieron gran testimonio de su fe y
las Escrituras, tal y como Daniel, Mardoqueo, Esdras y Nehemías. Gracias a la
influencia que estos hombres tuvieron, incluso con reyes, a lo mejor muchos
sabios de orienten comenzaron a estudiar las Escrituras, incluyendo las
profecías que hablaban del Mesías, y estos sabios que aparecen aquí en Mateo
eran parte de ellos, y Dios en su misericordia les mostro el camino a través de
esta estrella. Ahora, En cuanto a la estrella que los magos vieron, mucho se ha
especulado respecto y se ha tratado de explicar a través de algunas estrellas o
cometas que se vieron por aquel tiempo. Por ejemplo, hacia el año 11 a.C., el
cometa Halley estuvo visible cruzando brillantemente los cielos. También en el
año 7 a.C. hubo una brillante conjunción de Saturno y Júpiter en el signo de
Pisis. En el año 2 a.C. la estrella Mesori salió y fue observada por los
egipcios en su primer mes. Curiosamente Mesori significa el nacimiento de un
príncipe. Lo cierto es que no
podemos afirmar que estas u otras explicaciones sean aquella estrella que los
magos observaron en el cielo, pero si sabemos por la historia del mundo antiguo
que creían que era posible predecir el futuro por las estrellas y que el destino
de una persona podía predecirse por la observación de estas. Lo que si sabemos
es que estos magos vieron la estrella que los guio hasta donde estaba el niño
Jesús.
También
es interesante considerar el presentimiento que se manejaba en este tiempo en cuanto
a algo que iba a pasar en el Medio Oriente y que relacionaba a un líder judío
que se habría de levantar. Por ejemplo, Suetonio, un historiador y biógrafo
romano escribió lo siguiente: “se había extendido por todo el Oriente una vieja
creencia establecida de que estaba programado para aquel tiempo que vinieran
hombres de Judá a regir el mundo” , (Suetonio:
Vida de Vespasiano 4: 5). Tácito, otro historiador y gobernador romano
nos habla de la misma creencia de que «había una firme convicción... de que por este mismo
tiempo el Oriente habría de tener mucho poder, y gobernantes que vinieran de
Judá adquirirían un imperio universal» (Tácito: Historias, 5:
13). Josefo, el historiador judío cito: “hacia ese tiempo uno de su país se convertiría en el
gobernador de todo el mundo habitado” (Josefo: Guerras de los
judíos, 6: 5, 4). Así que vemos como a parte de la influencia judía en el
Medio Oriente, se tenia un presentimiento de que se levantaría en Israel un rey
que gobernaría el mundo.
Recorrido de los magos |
Otro detalle
relevante que queremos destacar es la enorme distancia que hay entre Babilonia
y Jerusalén. Si observamos el mapa del mundo antiguo nos daremos cuenta que de
Babilonia a Jerusalén hay alrededor de 500 millas de recorrido y estos magos recorrieron
toda esta distancia en medio de difíciles y peligrosos desierto. Su propósito
de recorrer semejante distancia entre peligros, desiertos y sacrificios era uno
“… Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle”. Encontramos
aquí a unos verdaderos adoradores que no escatimaron gastos en organizar una
excursión desde su hogar en el Oriente, posiblemente Babilonia, hasta
Jerusalén, específicamente Belén. Cuantas semanas de fatigoso viaje tuvieron
que sufrir a través de desiertos, llanuras y otras regiones, exponiéndose a
peligros de asaltantes, animales salvajes y otras vicisitudes. Pero esto no los
detuvo con tal de adorar al Rey de reyes y Señor de señores. Que excelente
lección nos ofrecen estos magos. En la actualidad gozamos de medios de
transporte, seguridad y cercanía de nuestros hogares al templo, pero cuantas
veces nos excusamos para no ir a la iglesia diciendo: estoy muy cansado después
de un día de trabajo, está lloviendo, muy lejos, mucho calor, muy peligrosa la
región ¡y cuantas excusas más! A estos hombres no les importo nada de esto, su
mayor anhelo era adorar a Dios. Que valiosa lección digna de imitar por todos
los verdaderos adoradores de Dios.
LAS INTENSIONES malignas DE HERODES EL GRANDE
“Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y
convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les
preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea;
porque así está escrito por el profeta: Y
tú, Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de
Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel. Entonces Herodes,
llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la
aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con
diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo
también vaya y le adore”.
Mateo 2:3-8
Llegó a los oídos del
rey Herodes, el grande, la noticia de que habían llegado de Oriente unos
sabios, y que estaban buscando a un Niño que había nacido para ser el Rey de
los judíos. Cuando Herodes se enteró de esto se preocupó porque posiblemente lo
considero un rival que podía levantar los ánimos del pueblo judío en su contra
ya que él no tenía sangre judía. Herodes era descendiente de una rica familia
idumea. En el año 47 a.C. fue nombrado gobernador de Galilea y en el año 40
consiguió ser procurador de Judea. En el año 30 a.C. gano el favor del
emperador Octaviano lo que lo llevo a ser coronado como rey de Judea. Se le
llamaba Herodes el Grande, y en muchos sentidos merecía ese título. Fue el
único gobernador de Judea que logro mantener el orden y paz en esta región,
además se caracterizó por promover el auge comercial al reconstruir el puerto
de Cesarea, además reconstruyo el Templo de los judíos el cual había tardado 46
años en terminarse. Quizás
una de las más imponente obras arquitectónicas que este rey edifico fue el
Herodión, el cual era una imponente fortaleza militar con residencias y
diferentes edificios en su interior construidos alrededor de los años 23 y 20
a.C. después de la derrota de los asmoneos. Aparte de esto, mantuvo grandes
relaciones políticas con Roma y llego a transformar increíblemente la
apariencia de Israel edificando en Jerusalén fortalezas, un palacio real, un
hipódromo, un teatro y un anfiteatro. En cierta medida era un rey considerado por
el pueblo ya que en tiempos difíciles bajaba los impuestos y aun en tiempos de
hambre estuvo dispuesto a fundir su propia vajilla de oro y venderla para
comprar alimento para su nación y así evitar la hambruna. Pero había un fallo
terrible en el carácter de Herodes. Era
terriblemente desconfiado en todo y esto lo llevo a cometer toda clase de
homicidios. Si sospechaba que alguien pudiera ser su rival en el poder,
eliminaba a esa persona a toda prisa. Asesinó a su esposa y a su madre. Su hijo
mayor, Antípater, y otros dos de sus hijos, Alejandro y Aristóbulo, también
fueron asesinados por orden suya. Augusto, el emperador romano, había dicho que
estaba más a salvo un cerdo de Herodes que un hijo de Herodes. Algo de
la naturaleza salvaje, amargada y retorcida de Herodes se puede ver en los
preparativos que hizo cuando veía cerca su muerte. Cuando tenía setenta años,
sabía que se iba a morir. Se retiró a Jericó, la más encantadora de todas sus
ciudades. Dio órdenes para que se hiciera una recolección de los ciudadanos más
distinguidos de Jerusalén, que los arrestaran con acusaciones amañadas y los
metieran en la cárcel. Y dio orden de que en el momento en que él muriera, los
mataran a todos. Dijo sarcásticamente que se daba cuenta de que nadie lloraría
su muerte, y estaba decidido a que se derramaran lágrimas cuando él muriera. Así
que está claro lo que un hombre así sentiría cuando le llegó la noticia de que
había nacido un Niño que estaba destinado a ser Rey, por eso la Escritura dice:
Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él,
porque
Jerusalén sabía muy bien los pasos que daría Herodes para comprobar esa noticia
y eliminar a ese Niño. Jerusalén conocía a Herodes y temblaba esperando su
inevitable reacción. Debido a que se trataba de un asunto de las Sagradas
Escrituras Herodes convocó a los principales sacerdotes y los escribas para que
se lo revelasen. Los escribas eran los expertos en las Escrituras. Los
principales sacerdotes formaban un grupo de la aristocracia sacerdotal, y los
miembros de estas familias selectas se llamaban los principales sacerdotes. Fue
a estos que el rey Herodes llamo para consultarles acerca de donde habría de
nacer el Mesías y estos le citaron el texto del Antiguo Testamento: “Pero tú, Belén
Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que
será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde
los días de la eternidad”, (Miqueas 5:2). En todo esto, es
interesante observar lo que el nacimiento de Jesús provoco en su tiempo. Por un
lado, un rey malvado se turbo al considerar que este Niño podría ser el que le
quitara el trono y así interferir con su vida de pecado. De igual manera para
muchos Jesús es solo piedra de tropiezo en sus vidas al no estar disponibles a
renunciar a su vida de pecado ya que quieren seguir sentados en el trono de su
vida y no están dispuestos a renunciar a él y sujetarse al señorío de Cristo,
sin considerar que un día morirán y estarán delante de su presencia para
compadecer por sus pecados, y allí, todos temblarán ante su presencia. Si aquí
vemos a un monarca malvado estremecido por la noticia del nacimiento de un niño
que es el Mesías, cuanto mas no será aquel día donde compadecerán delante del
Rey de reyes. Por ello, Agustín de Hipona dijo: “¿Qué será el tribunal del juez cuando la
cuna del Niño hace temblar a los reyes soberbios? Teman éstos, pues, al que
está sentado a la diestra del Padre, a aquél que mientras era amamantado por
los pechos de su Madre fue temido por un rey impío”. Luego, tenemos
la actitud de los grandes teólogos de su tiempo, los escribas y principales
sacerdotes, pero estos en lugar de alegrarse, mostraron indiferencia y solo se
limitaron a repetir las profecías. Muchos hoy aseguran conocer mucho de Dios,
pero solo usan la Biblia a su conveniencia, para hablar de prosperidad y éxito,
dejando a un lado el mensaje del arrepentimiento y la segunda venida de Cristo.
Pero también tenemos a los magos, los cuales no escatimaron recursos, ni
esfuerzo con tal de venir en búsqueda del rey Mesías que había nacido. De esta
forma Herodes mandó buscar a los sabios, y los envió por delante para que
hicieran una investigación diligente acerca del Niño que había nacido. Dijo que
él igualmente quería ir y adorar al Niño; pero su único deseo era matarle.
UNA FAMILIA POBRE SE VUELVE RICA
“Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que
habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo
sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande
gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose,
lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y
mirra. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a
Herodes, regresaron a su tierra por otro camino”.
Mateo 2:9-12
Sin lugar a dudas,
después de todos estos eventos los magos debieron estar desilusionados por
varias razones: por un lado, su fracaso por no encontrar al Rey en Jerusalén, luego,
la falta de conocimiento respecto al nacimiento del Mesías entre los líderes de
Jerusalén, a parte de la falta de interés en todo Israel y su cansancio después
de tan largo viaje. Sin embargo, no se rindieron, ya que Dios recompenso su
esfuerzo sincero al volverles a mostrar la estrella, y esto trajo gran gozo: “Y al
ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo”
(Mateo
2:10). De la misma manera Dios recompensa la fe de aquellos que esperan y
buscan la respuesta de sus necesidades en Él. De esta forma los magos llegaron
a la casa donde se encontraba el niño Jesús.
Ahora
bien, en cuanto a la identidad de estos magos que llegaron a la casa, la
tradición ha hablado mucho acerca de ellos. Al principio, la tradición oriental
decía que habían sido doce; pero ahora se afirma que fueron tres, pero el Nuevo
Testamento no nos dice cuántos fueron, pero la idea de que fueron tres surgió
sin duda alguna de los tres regalos que trajeron. Leyendas posteriores los
hicieron reyes, pero en Mateo no se les llama así, sino solo magos o sabios. También
una leyenda aún más posterior les puso nombres: Gaspar, Melchor y Baltasar, y todavía
más tarde se asignó a cada uno una descripción personal, y se especificó el
regalo que aportó cada uno a Jesús. Melchor era anciano, de pelo blanco y con
una barba larga, y fue él el que trajo el regalo del oro. Gaspar era joven,
lampiño y claro de rostro, y fue el que contribuyó con el incienso. Baltasar
era de piel oscura, con barba, y fue el que trajo el don de la mirra. Ahora, todo
esto carece de evidencias bíblicas, pero queríamos comentarlo. Luego vemos que
estos llegaron a la casa, y no al pesebre, meses después de su nacimiento: “Al
entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo
adoraron.”
Finalmente,
queremos comentar algo en cuanto al significado de los presentes. Desde tiempos
antiguos se ha visto como los presentes que los magos ofrecieron a Jesús
armoniza con un aspecto sus oficios.
Jesús es Dios |
Por
ejemplo, el oro es el presente para un rey, y un rey divino. En este sentido,
este presente representa a Jesús como el Rey Divino que vino a este mundo. La
Biblia nos da fiel testimonio de esta aseveración. En los Evangelios
encontramos que en ocasiones a Jesús se le llama “el Hijo de David” haciendo referencia a las profecías de aquel
descendiente de David que un día se sentaría en el trono y reinaría Israel para
siempre: “Saldrá
una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará
sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia,
espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista
de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con
justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y
herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará
al impío”, (Isaías 11:11-4). En segundo lugar,
el incienso es el regalo para un sacerdote. El incienso era utilizado en las
labores del Templo por los sacerdotes que Dios había levantado. Los sacerdotes
eran los responsables de ministrar al pueblo en presencia de Dios, ofrecer
sacrificios por ellos e instruirlos en la palabra del Señor.
Jesús el Sumo Sacerdote |
La palabra
latina para sacerdote es
pontifex, que quiere decir el que hace de puente. Por tal motivo, el sacerdote era un
intermediario entre Dios y los hombres por la brecha que existían entre ellos por
causa del pecado. Ahora este oficio es dado a Jesucristo el cual es el camino
que conduce al Padre y nuestro gran Sumo Sacerdote: “Por
tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. Y los otros sacerdotes llegaron
a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; más éste, por
cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede
también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo
siempre para interceder por ellos. Porque tal sumo sacerdote nos convenía:
santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que
los cielos; que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de
ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del
pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra del
juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre”,
(Hebreos 7:22-28).
Finalmente, La mirra es el regalo para uno que va a
morir. La mirra
se usaba para embalsamar los cuerpos de los muertos. Esto nos muestra otro de
los oficios de Jesús: morir por nuestros pecados. Holman Hunt tiene un famoso
cuadro de Jesús. Nos muestra a Jesús a la puerta del taller de carpintero en
Nazaret. Todavía no es más que un muchacho, y ha salido a la puerta para
estirar sus miembros agotados por el trabajo. Está de pie en el umbral con los
brazos extendidos, y detrás de Él, en la pared el sol poniente proyecta su
sombra, y es la sombra de una cruz. Al fondo está María, y al ver esa sombra se
refleja en sus ojos el temor de la tragedia inminente. Jesús vino al mundo a
morir por los pecadores como cumplimiento de las profecías de Isaías que nos
hablan acerca del Mesías sufriente, sin embargo, el resucito al tercer día. Es
a través de su muerte que Cristo consumo su vitoria: “Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo:
Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu”,
(Juan 19:30) y a través de su resurrección sello su autoridad sobre toda potestad
y el derecho de rescatar nuestras almas: “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la
incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos
todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros,
que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y
despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz”, (Colosenses 2:13-15).
Jesús nuestro Redentor |
De esta forma vemos como cada presente armoniza con un
aspecto de la vida y oficio de nuestro Señor Jesucristo. Ahora, ¿qué pasó con
los regalos que ofrecieron los magos a Jesús? La Biblia no lo dice, pero lo que
sí es evidente es la adoración de los magos a Cristo en su nacimiento, un
verdadero ejemplo para nosotros. Ahora, podemos especular un poco acerca de
como estos presentes cambio la situación financiera de Maria y Jose, ya que
hasta este momento eran podres, pero estos presentes de gran valor debieron
haberles provisto los recursos necesarios para emprender su huida a Egipto, ya
que cuando Herodes se entere que fue burlado por los magos, desatara una
persecución en Belén sobre los niños menores a dos años. Como sea, esta
historia nos enseña a convertirnos en verdaderos adoradores de Dios y ofrecer
lo mejor de nuestras vidas.
Excelente muy buen estudio felicitaciones 👌
ResponderBorrarMe encantó excelente estudio
ResponderBorrarexcelente estudio, aprendi mucho
ResponderBorrarmuy bueno, aprendi
ResponderBorrarGracias!
ResponderBorrarY la Mirra?????
ResponderBorrarNo se tocó nada acerca del presente de la Mirra
ResponderBorrarGracias por la observacion, hemos incluido la parte de la mirra.
Borrarexcelente !! gracias !! la mirra la busque tambien en otro lugar , gracias!!
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