“Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en
tierra de Nod, al oriente de Edén”.
Génesis 4:16
INTRODUCCIÓN
Muchas personas hoy en día no consideran lo que realmente significa
vivir lejos de Dios. Una persona puede considerar vivir lejos de algunas cosas,
podría vivir sin tener acceso a algunos aparatos tecnológicos, o podría
sobrevivir si tener algunas comodidades, pero hay cosas sin las cuales la
existencia es imposible, como por ejemplo el aire que respiramos, el agua que
bebemos o la alimentación básica que el cuerpo necesita. Pero de igual forma, y
aun mayor, el hombre necesita vivir cerca de Dios ya que el apartarse de su
presencia es fatal y produce efectos terribles en la vida.
Podemos
verlo lo terrible que es vivir lejos de la presencia de Dios en la vida de
Caín: Salió,
pues, Caín de delante de Jehová. Cuantas personas como Caín han
salido lejos de la presencia de Dios para vivir de acuerdo a sus condiciones y
cuando esto pasa nuestra vida se caracteriza por los siguientes aspectos.
Caín Errante |
I.
ESCOGEMOS
NUESTRA PROPIA MANERA DE ACERCARNOS A DIOS.
Cuando
vivimos lejos de Dios nuestro corazón no es humilde para rendirse a su voluntad
y decidimos acercarnos a Él de acuerdo a nuestras condiciones, viviendo una
mentira que solo pretende aplacar nuestra sucia y culpable alma.
“Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del
fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los
primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado
a Abel y a su ofrenda; pero no miró con
agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su
semblante”.
Génesis 4:3-4
Algunos
teólogos han especulado las razones por las cuales la ofrenda de Caín fue
rechazada mientras que la de Abel recibió la aprobación. Lo cierto es que por
medio de su padre Adán ambos hermanos recibieron el testimonio de Dios y cómo
debían acercarse a Él, hay muchos que creen que por el hecho de que habían sido
vestidos por pieles de animales los cuales fueron sacrificados por sus pecado,
ya Dios había establecido que para acercarse a Él era necesario ofrecer algún
cordero o animal similar.
La
Biblia es clara al hacer la diferencia entre la ofrenda de Abel y la de Caín: Caín trajo del fruto
de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos
de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Hay un texto en el Nuevo
Testamento que nos indica que Caín quiso acercarse a Dios a su manera y no como
sus padres le habían enseñado: “¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín…”, (Judas 11). En este caso Dios desaprobó la manera de
Caín de acercarse a Él.
Una
evidencia que vivimos lejos de Dios es que aunque decimos honrarle y buscarle
lo hacemos bajo nuestros propios términos, no estamos dispuestos a aceptar su
camino y someternos a su voluntad. Muchas personas son como Caín, que
profesando alguna religión, deciden hacerlo bajos sus propias condiciones, pero
la Biblia es clara al decirnos que solo hay un solo camino:
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre
Dios y los hombres, Jesucristo hombre”.
1 Timoteo 2:5
II.
SOMOS
SEDUCIDOS POR EL PECADO Y PAGAMOS EL PRECIO POR ELLO.
“Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has
ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás
enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a
ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él”.
Génesis 4:6-7
Cuando
decidimos cerrar nuestro corazón a Dios la Biblia enseña que el pecado nos
seduce y se adueña de nosotros. Caín tuvo la oportunidad de hacer el bien y ser
honrado por ello, pero escogió el mal camino y lo arrastro a su propia ruina:
el homicida de su hermano.
Muchas
personas viven como Caín, siendo seducidas por el pecado se complacen en toda
clase de obra mala sin saber que la paga del pecado es muerte.
“Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte
de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y
seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el
pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte”.
Santiago 1:13-15
III.
SOMOS
INFRUCTUOSOS EN NUESTRA VIDA.
“Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió
su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Cuando labres la
tierra, no te volverá a dar su fuerza…”
Génesis 4:11-13
Cuando
vivimos lejos de la presencia de Dios nuestra vida es completamente
infructuosa. Caín tuvo que pagar por las consecuencias de su pecado y la misma
Biblia afirma que sin la presencia de Dios en nuestras vidas, cualquier proyecto
que emprendamos es en vano porque no tiene el respaldo de Dios.
“Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los
que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia”.
Salmo 127:1
IV.
VIVIMOS SIN
UN PROPÓSITO CLARO
“… errante y
extranjero serás en la tierra. Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para
ser soportado”.
Génesis 4:13
Finalmente
cuando vivimos lejos de Dios nuestra vida es una triste soledad, sin un
propósito firme, errante y como extranjeros que jamás encontraran el
significado de su vida. Caín vivió condenado lejos de la presencia de Dios y se
marcho a habitar a la tierra de Nod, que en hebreo significa “tierra de soledad”. Muchas personas hoy
en día viven de esta forma por causa del pecado, sin sentido, entreteniéndose
en los placeres temporales del pecado, pero cuando están solo enfrentan una
terrible soledad.
Sin
embargo, Dios tiene un propósito diferente para el ser humano, tiene grandes
planes que comienzan con heredar la vida eterna a través de su Hijo Jesucristo:
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y
destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia”.
Juan 10:10
CONCLUSIÓN
Cuando
vivimos lejos de la presencia de Dios:
1.
Escogemos nuestra propia manera de acercarnos a Él.
2.
Somos seducidos por el pecado y pagamos el precio por
ello.
3.
Somos infructuosos en nuestra vida.
4.
Y vivimos sin propósito.
Sin
embargo, Dios desea cambiar este terrible destino por medio de su Hijo Jesús al
ofrecernos el perdón de nuestros pecados, pero antes es necesario hacerlo el
Señor de nuestra vida.
Excelente predicscion
ResponderBorrarDE BENDICION ESTA PREDICA NOS ADVIERTE LA FORMA DE ACERCARNOS A DIOS
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